Ya ha pasado un año desde que el Papa Francisco pisó las calles de Puerto Maldonado, y al parecer el Santo Padre, con nombre de pila. Jorge Mario Bergoglio, natural de Argentina, dejó marcada su huella de amor, esperanza y paz en los madrediosenses.
Así lo relatan las personas que vivieron de cerca la experiencia de tener a solo metros al sumo pontífice. Tal es el caso de la familia que recibió al Papa, conformada por la maestra Margarita Valer y si esposo Arturo Martínez, los cuales aseguran que jamás se esperaron tal privilegio.
“No sé qué hicimos nosotros para merecer tal bendición. Sencillamente creo que fueron cosas de Dios, supongo. Fue una experiencia increíble que pocos tienen la posibilidad de experimentar”, relató Valer aún emocionada como si lo vivido hubiese ocurrido ayer.
Los esposos, coincidieron en que la mentalidad de la población católica seguidora de la fe del amor de cristo en la iglesia se ha fortalecido, dado que la visita causó un gran impacto emocional e inspiró a muchos jóvenes que hoy son parte de la feligresía.
Por su parte María Elena Ortiz hermana encargada de la recepción del Santo Padre, indicó que la experiencia de recibir al máximo representante de la iglesia católica cambió su vida.
“Creo que el amor de Cristo es muy importante para el crecimiento de las personas, sin él no somos nada. Debemos apegarnos al amor de Dios para transitar en esta vida con corrección”, dijo la religiosa.
De igual modo, informó que la Jornada Mundial de la Juventud, en la cual el Papa se encontrará en Panamá la próxima semana, participarán jóvenes de Madre de Dios.
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