martes. 16.04.2024
Imagen referencial.  Foto: Alfredo Matos
Imagen referencial. Foto: Alfredo Matos

Hace más de 20 años, la comunidad nativa Infierno, ubicada en las proximidades de la Reserva Nacional Tambopata, en la región de Madre de Dios, decidió reservar un espacio de casi 2 mil hectáreas de su territorio comunal para la conservación de la biodiversidad que ahí habita.

El pasado 27 de julio, a través de una resolución ministerial, el Ministerio del Ambiente reconoció el Área de Conservación Privada (ACP) Ebio Kiabamene. Se trata de la primera área de conservación privada reconocida sobre el territorio de una comunidad nativa en la región Madre de Dios, así como de la segunda, a nivel nacional sobre tierras de comunidades nativas.

Según el Minam, el objetivo del establecimiento de esta Área de Conservación Privada es preservar los bosques húmedos subtropicales, como aporte a la conservación de la diversidad biológica y contribuir a mantener la conectividad y los procesos ecológicos en la cuenca del río Tambopata.

Con el reconocimiento del ACP Ebio Kiabamene, la comunidad nativa Infierno se convierte en un referente del desarrollo sostenible, al lograr un importante crecimiento económico gracias a iniciativas ambientalmente favorables para el ecosistema.

Federico Durand, uno de los líderes de la comunidad, hace dos años describía así el esfuerzo de los comuneros por conservar estas zonas del país: “Lo que nos motiva es ver cómo nuestra comunidad avanza y se desarrolla buscando actividades compatibles con la conservación de la diversidad biológica y sus valores asociados”.

Información: Actualidad Ambiental

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