El último viernes 20 de julio, personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y de la Policía Nacional del Perú (PNP) intervinieron una minivan con 850 kilos de despojos (menudencia) de venado provenientes de Brasil. Vehículo intervenido no cumplía con ningún acondicionamiento para el traslado de carnes, pues su autorización era únicamente para el transporte público.
De acuerdo al informe de acta de destrucción de Senasa, se decomisó 243 kilos de patas, 54 kg de corazones, 190 kg de panza, 261 kg de hígado, 49 de lengua y 8 kilos de riñón, los cuales se pretendía llevar a Puerto Maldonado de manera ilegal. Luego de la verificación y control de peso, se procedió a destruir la mercancía en el Botadero municipal de Planchón.
De acuerdo al director de Senasa en Madre de Dios, Joseph Portugal, no es la primera vez que logran sorprender a estos comerciantes acostumbrados a trabajar con malas prácticas. En Iberia también se decomisó ha decomisado carne que no contaban con certificado alguno que confirme su procedencia.
Por otro lado, recordó que el ingreso de carne ilegal atenta a la salud pública, ya que su traslado se da sin las medidas mínimas que aseguren su conservación. Además, son perjudiciales para los ganadores y productores locales, pues se constituye un hecho de competencia desleal al ver cómo la carne ilegal es vendida a menor costo.
Asimismo, consideró que los gobiernos locales también deberían sumarse a la lucha contra el contrabando de carne.