La Comunidad Nativa de Arazaire presentó la clausura del proyecto “Fortalecimiento de capacidades en el manejo técnico productivo desde la etapa de siembra hasta la cosecha y comercialización del paco», que financia el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (Pnipa), y ejecuta Caritas Madre de Dios.
Las representantes de 20 familias de la
comunidad nativa se trasladaron a Puerto Maldonado para el cierre de este proyecto
que financia capacidades técnico productivas para la cosecha y comercialización
del paco.
Son 14 estanques los que utilizaron para
el cultivo de 16 millares de peces, lo que se traduce en una producción total
de casi siete toneladas de carne pescado por temporada.
Esta iniciativa contó con un presupuesto
de 150 mil soles y el apoyo del Programa Nacional de Innovación en Pesca y
Acuicultura (Pnipa) y Caritas Madre de Dios, durante un periodo de nueve
meses.
Según señaló el secretario general de Caritas Madre de Dios, Juan Carlos Navarro, al inicio del proyecto la comunidad tenía nueve espejos de cultivo y bajo rendimiento en cultivo de peces, sumado a enfermedades y depredadores como el lobo de río.
Además, se le otorgó asistencia técnica para instalar un estanque, dirigir su manejo, cultivo, alimentación, identificación de enfermedades, y evaluación de peces.
Ruth Tije Capi, tesorera de la Comunidad Nativa de Arazaire, señaló que una de las cualidades del proyecto es la participación mayoritaria de las mujeres de la comunidad en el cultivo de peces, que se complementó con el fortalecimiento de las capacidades empresariales, de gestión y de producción.
Lo que prosigue es poder darle valor
agregado al producto obtenido mediante una oferta en una feria, a través de la
elaboración de pescado ahumado, empacado de filete de paco para el mercado
nacional para la exportación, dijeron los especialistas del proyecto.
La comunidad nativa de Arazaire se ubica en los km. 162 hasta el 176 de la vía interoceánica, a 10 minutos de Mazuko, al margen derecho del rio Inambari. Tiene un área de 658.22 hectáreas y cuenta con 20 familias.
Desde el 2016 siembran cacao, papayas, plantas ornamentales y flores silvestre. Poseen 14 posas de piscigranjas, restaurantes para comercializar su gastronomía, artesanía con productos del bosque, y construyen instalaciones para el turismo rural comunitario.
Se trata de una comunidad modelo en
desarrollo sostenible y convencida de poder articular sus actividades
agrícolas, de agroforestaeria, además de las actividades de piscigranjas y
trabajos de artesanía con el turismo rural comunitario. Ello se realiza para
que todas sus actividades sean sostenibles y así evitar la actividad minera que
predomina en la zona del Inambari.