Días de trabajo perdidos, pero con apreciadas muestras de solidaridad, protagonizan vecinos peruanos y brasileños en la localidad de Iñapari, frontera con Brasil, en medio de la escasez de combustible y la incertidumbre política. Esto, entre otros detalles, fue revelado por el representante de la Cámara de Comercio Jorge Barra González.
“Los pobladores de Asís (Brasil) salen también de diferentes predios agrícolas para abastecerse... y ahora tienen que afrontar, al igual que los peruanos, inmensas colas, lo cual conlleva a la pérdida de todo un día de trabajo, y a veces hasta más”, lamentó.
Frente a ello, el prefecto de Asís —según Barra González— mostró su solidaridad en varias ocasiones con los vecinos peruanos, pues recomienda a los grifos mantenerse abastecidos y atender, de esta manera, a nuestra comunidad.
Pese a que la forma de transportar las galoneras es, para el especialista, peligrosa, pues “llevan en una moto 12 o 20 galones”, los policías brasileros también se hacen presentes para fiscalizar y dar todas las facilidades. “El control aduanero también es minucioso con el combustible y los alimentos”, indicó Barra.
Respecto al gas de uso doméstico, Barra recuerda que “antes de que llegara el gas a Madre de Dios, nosotros éramos abastecidos por el gas brasilero, pero cuando el gas peruano ingresó a nuestras fronteras, los brasileros empezaron a comprar nuestro gas, que es mucho más barato y de mejor calidad”.
Sin embargo, todo cambió en medio de la actual coyuntura política, pues “ahora se ha revertido: hemos vuelto a consumir el gas brasilero”, aunque ello implique necesitar ciertos componentes propios de la cocina brasilera.