Ante la negativa que ha surgido en las comunidades nativas para aceptar la vacunación contra la COVID-19, Julio Cusurichi, presidente de Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), indicó que la razón que causa este rechazo hacia el proceso es principalmente, la desinformación. Además, según señaló, hasta la actualidad solo 135 residentes indígenas han sido inmunizados.
En esa línea, cabe destacar que, de acuerdo con Cusurichi, la población indígena dentro de la región Madre de Dios bordea entre los 8000 y 9000 miembros que se dividen entre las comunidades nativas Puerto Luz, Boca Pariamanu, Santa Teresita y otras.
Asimismo, afirmó que la Fenamad y comunidades indígenas lograron un acuerdo orgánico que refiere que las vacunas destinadas a la poblacion indigena serán utilizadas también para inocular a todos residente de una comunidad nativa incluyendo a quienes no son indígenas, convivientes no indígenas y además al personal técnico que tiene primer nivel de contacto con estas poblaciones.
“No puede ser posible que Julio Cusurichi se vacune por ser, digamos, dirigente indÍgena y mi esposa no. Entonces para garantizar que la familia esté inmunizada, los hemos vacunado también”, contó.
Cusurichi señaló que en cumplimiento con el cronograma ya se ha vacunado en las comunidades de Santa Teresita, Puerto Luz, Boca Pariamanu y que el siguiente punto de acción es El Pilar. Además, la FENAMAD ha solicitado apoyo con transporte aéreo al Ministerio del Interior para poder movilizar las dosis contra la COVID-19 hasta las poblaciones más alejadas.
Ratificó que la única manera de promover la aceptación de la vacuna es a través del fortalecimiento de las campañas informativas, y por medio de un llamado instó a los miembros indígenas a priorizar su vida, siendo conscientes de que la vacuna es el único medio para lograrlo.