Por Paolo Peña.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, queremos resaltar la historia inspiradora de Blanca Flor Marichi Wanuiri, una artesana con más de 40 años de dedicación, originaria de la comunidad nativa de Infierno.
Desde temprana edad, Blanca Flor se sumergió en el arte de la artesanía, una tradición heredada de su mamá y abuela. Su habilidad excepcional en el uso de tamichi, yanchama y semillas ha sido transmitida a varias generaciones, incluyendo a sus cuatro hijos, quienes también encuentran en este arte su fuente de ingresos.
El arte que Blanca Flor vende no solo ha sido su sustento, sino también la herramienta que utilizó para sacar adelante a sus hijos y a su familia. Sin embargo, lamenta que en ocasiones las autoridades y la sociedad parezcan olvidar las raíces y la identidad regional de su comunidad.
A pesar de los desafíos, Blanca Flor encuentra felicidad en el reconocimiento de turistas nacionales y extranjeros, quienes valoran el arduo trabajo de la comunidad. Como muchas mujeres en la actualidad, la comunidad nativa de Infierno cuenta con más de 350 mujeres activas y emprendedoras que buscan igualdad de oportunidades en la sociedad.
Blanca Flor Marichi Wanuiri representa la resiliencia y el legado cultural de su comunidad, destacando la importancia de preservar y reconocer la contribución de las mujeres indígenas en la sociedad. En este Día de la Mujer, honramos a Blanca Flor y a todas las mujeres de la comunidad nativa de Infierno que siguen luchando por sus sueños y por ser vistas con igualdad.