En el sector de Pueblo Viejo, en Puerto Maldonado, se encuentra el Jardín Infantil 277, un colegio próximo a celebrar sus cuarenta años de historia, que debería contar con las comodidades adecuadas para que los infantes reciban y comprendan sus clases sin dificultades, sin embargo, se encuentra en estado de abandono.
Un improvisado cerco perimétrico de madera que a duras penas es sostenido con algunos endebles palos y un frágil techo con huecos, son algunas de las preocupaciones que mantienen en zozobra a los padres de familia, profesores y a la directora de la institución, Libia Samayoa, que hizo un llamado a las autoridades y al sector privado para cambiar esta situación.
"Queremos pedir apoyo a las empresas privadas, para que los niños tengan una mejor calidad en la educación (...) Así como los niños de la parte alta tienen jardines bonitos, con espacios; el gobierno invierte en ellos, ¿Por qué Pueblo Viejo está abandonado? No puede ser. Estos niños tienen los mismos derechos que los demás.", se cuestiona la directora.
Aunque Pueblo Viejo es considerado como una zona inundable, Samayoa explica que el jardín no presenta este inconveniente en las temporadas de lluvia, "el problema es que el Indeci declaró la zona de alto riesgo, pero cuando llueve esto no se inunda, porque estamos a un nivel alto.”
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Pese a las precariedades las ganas de enseñar a los futuros ciudadanos de Pueblo Viejo siguen intactas, es por ese motivo que la directora hizo extensiva la invitación -pues aun hay vacantes-, para que los padres de familia matriculen a sus menores hijos en el Jardín Infantil 277.
“El proyecto más ambicioso es el de dos psicólogos que apoyarán a los padres y madres junto con sus hijos en los problemas que tengan. Lo que queremos es brindar una educación de alta calidad ", explicó la docente sobre una de las propuestas que tiene la escuela.
Además, comentó que cuentan con un "proyecto ambiental y de reciclaje, para que los niños desde una edad muy reducida vayan tomando conciencia de cuidar nuestro medio ambiente”.
La meta del Jardín es clara, señala Samayoa. No obstante, será necesaria la intervención de las autoridades para conseguirlo, "nosotros queremos ciudadanos buenos, pero, entonces, hay que darles el trato que se merecen", señaló.
Como si se tratara del final de uno de los cuentos que escuchan los niños, la directora Samayoa también espera el apoyo de los padres de familia "para poder mejorar, y que esta institución no sea el patito feo que es ahora. Con el tiempo, con el trabajo de los papás, con el apoyo de las instituciones publicas y privadas, algún día será como en los cuentos: un cisne".
