En medio de la preocupación por la falta de sostenibilidad económica de la casa de acogida ‘Apaktone’, el vicario apostólico de Puerto Maldonado, Monseñor David Martínez de Aguirre, lamentó que desde el Estado no existan esfuerzos por reconocer la crítica condición de los adultos mayores. Rescató, por otro lado, el ánimo que reflejan los ancianos para salir adelante.
A modo de ejemplo, el obispo señaló que “el programa Pensión 65 expresamente deja fuera a estos abuelitos, porque dicen que ya está en una casa y que no necesitan ayuda del Estado. ¿Y qué tenemos que hacer? ¿Dejarlos en la calle para que los evalúen y los acepten?”, increpó públicamente.
“Hay solo algunos que sí los aceptaron, pero fue antes de que vengan aquí”, añadió la autoridad de la Iglesia.
Entre los muchos adultos mayores residentes de la casa de acogida, el vicario apostólico de Puerto Maldonado recordó que uno de ellos intentó colaborar con la campaña profondos a través de la venta de trabajos manuales hechos por él mismo. “Son cosas que se te quedan en las lágrimas, y ahí te das cuenta de que el que es pobre sabe cómo lo está pasando el otro”, dijo.
Uno de los oficios a los que se dedican los ancianos que residen en ‘Apaktone’ tiene que ver con la carpintería. Ante las cámaras de Radio Madre de Dios, algunos mostraron banquitos de madera y hamacas, confeccionados y tallados con sus propias manos y ofrecidos al público bajo precios módicos.