Ayer, en pleno desfile de celebración por el aniversario 122 de Puerto Maldonado, el obispo de la ciudad, Monseñor David Martínez de Aguirre, recordó a los primeros misioneros que arribaron a la región amazónica y presenciaron la creación de su capital. La autoridad eclesiástica habló de la necesidad de pensar en la localidad como un proyecto comunitario.
“El Vicariato, que somos la ciudadanía, somos todos, siempre participa y está presente mediante todos los files. Nos han pedido que participemos y van a desfilar también desde las diferentes instituciones, desde la oficina de Educación Católica, el asilo Apaktone, algunos sacerdotes, Cáritas, etc.”, comentó el obispo, en plena celebración.
El sacerdote anotó que dos años antes de la creación de la ciudad, en 1900, llegaban los primeros misioneros y se fundaba el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado. “Se ha construido el departamento y la provincia de la mano. Aparecen los primeros misioneros con una ilusión, y avanzando desde la educación y la salud y el cuidado espiritual de las personas”, reconoció.
De cara al aniversario, el obispo resaltó que “el deseo es que comprendamos la ciudad como un proyecto comunitario, donde todos somos importantes y tenemos que participar”. “En la misa decía eso, que debemos sacar algunos espíritus malos, que vienen añadidos a la ciudad, como el individualismo, la invisibilización de las personas, el centralismo, llenarnos de cemento y olvidarnos de la ecología, agobiados por el tránsito”, afirmó.
“Puerto Maldonado y Madre de Dios tiene una población un crecimiento alto y, como han recordado, somos una ciudad de migrantes, entonces es bueno que concibamos la selva y la ciudad como nuestra tierra. El migrante tiene que echar raíces, no usar la tierra y dejarla abandonada. Uno llegar al lugar y se hace con el él, con el vecindario, con el ecosistema, forma parte”, exhortó.
