Desde el martes 16 de agosto, uno de los sindicatos del Ministerio Público a nivel nacional, la Fentramip, convocó a una huelga indefinida a todos los trabajadores administrativos, esperando una respuesta de la nueva fiscal de la Nación, Patricia Benavides, respecto a un pliego de reclamos relacionado al traspaso del régimen laboral CAS al del 728 y a una asignación de bonificaciones, tras acentuarse la crisis económica en el país.
La asistente fiscal Sonia Quispe Yabar, a su vez secretaria de Disciplina del gremio, señaló a Radio Madre de Dios que esta es una lucha pacífica por sus derechos. Haciendo énfasis en que dentro del Ministerio Público existen tres regímenes laborales, exigió su unificación, ya que "todos cumplimos la misma función y el mismo horario".
"Esta medida de lucha contra la Fiscalía de la Nación y el Ministerio de Economía y Finanzas no es de ayer, ni de hace un año o dos. Esto viene de hace varios años. Sin embargo, la Fiscal no nos escucha hasta el momento. Siendo la cabeza de nuestra institución, no nos da nuestro lugar. Y todos los fiscales no nos han querido escuchar. Nos tratan de manera intransigente", acusó.
Atados de manos
Otro de los motivos por el que los trabajadores de las fiscalías salen a las calles -a excepción de los propios fiscales-, recordó Sonia Quispe, es la precaria organización logística de la institución.
"Ya que nosotros somos persecutores del delito, debemos de contar con todos los implementos. Pero carecemos, a nivel nacional, de material logístico y recursos humanos. Trabajamos con materiales obsoletos", comentó.
A su vez, recalcó que "ahora la canasta familiar se ha incrementado de 100 soles a 400 o 500 soles. Y ya no nos alcanza. Y aquellos que tenemos hijos, que tenemos que alquilar una habitación o prepararnos (académicamente) día a día -ya que cada día cambian las normativas, y para prepararnos una maestría está entre 300 a 400 soles-, ya no nos alcanza, no nos da nuestro sueldo".
Solo un 10 % de los trabajadores del Ministerio Público pertenece al régimen 728, según la sindicalista. En cambio, "nosotros, los CAS, somos vulnerados, somos atropellados. Cada tres meses, cada mes o cada año, para la renovación de nuestro contrato, los jefes inmediatos abusan de su poder aumentándonos el trabajo y prologando los horarios de salida", manifestó.
Ansiada respuesta
Quispe Yabar indicó que más de 200 trabajadores de toda la región de Madre de Dios se han sumado a esta medida de lucha. "Solo los fiscales están trabajando, ya que dentro del Fiscalía corren los plazos, y estos no se pueden estancar", acotó.
¿Y habrá luz al final del túnel? "Sí se ha querido dar (una mesa de diálogo), pero no con la fiscal de la Nación, sino con sus representantes. Y no podemos hablar con representantes, porque al momento de querer hacer cumplir, la fiscal puede decir que no", subrayó la dirigente.
En Madre de Dios, según Quispe, se han reportado casos en los que los fiscales amedrentan o intimidan a los asistentes para que ingresen a trabajar. Pero "nosotros estamos para concientizar a los compañeros, para darles fuerza y confianza, para que no se sientan intimidados por sus jefes", recalcó.
Por su parte, el presidente de la Junta de Fiscales de esta región, Octavio Ramos Pacompía, solo les recomendó que la lucha siga siendo pacífica y no alterar el orden ni dañar la infraestructura, de acuerdo con la secretaria de Disciplina de la Fentramip.
"Si la fiscal de la Nación nos da una cita hoy, así sea en una hora... si decide dialogar con nosotros, esta medida se concluye hoy. Pero la fiscal no nos quiere escuchar. Es inaudito. Es molestoso y fastidioso que nosotros estemos en la calle sin desayuno, sin almuerzo, sujetos a un descuento por algo que es para la institución", sentenció Quispe.
