El Ministerio del Interior del Perú confirmó ayer la detención de ocho presuntos integrantes de una red delictiva dedicada a la trata de personas, secuestro, homicidio y robo, incautándoles armas y municiones. Los hechos ocurrieron el sábado 9 de noviembre en la UPIS San Miguel, cuyos vecinos y socios denunciaron ser amedrentados por este grupo de hombres armados.
Horas antes de la detención, según una vecina que reservó su identidad, “un niño de 11 años y una bebita de 3 años” habían sido violentados por este grupo. “Ellos supuestamente son de seguridad, pero han venido a amedrentar de frente a una casa, los han agarrado a golpes, les han pagado la luz. Lo han sacado arrastrando al pequeño, a golpes, cuando apenas es un niño, y lo han empezado a amenazar”, contó al medio Flash Madre de Dios.
La explicación de tan salvaje hecho la ofreció otra moradora. “Estas áreas en donde estamos posesionados, en donde somos 178 socios, es del área de la Fuerza Aérea, pero un señor, Alan Kalifa, dice que es de él. Y él contrató una empresa de seguridad, pero no resguardan su lugar, sino atormentan a las familias. Entran con su armamento en la mano, amedrentan a todo el mundo. Y ya nadie puede hacer un reclamo porque recibimos amenazas. Todas las noches son bala y bala”, acusó.
En defensa de los detenidos
Un representante de la Empresa de Seguridad J. Jaguares, cuyo personal se vio involucrado al ser directamente detenido, descartó las imputaciones. Por el contrario, acusó al Grupo Terna de la Policía de amedrentar a su grupo de trabajo y de complotar en su contra.
“Hemos sufrido demasiado un abuso de parte de los Terna. Qué casualidad que cuando ellos persiguen a unos delincuentes que primero empezaron a disparar a quemarropa a los vigilantes en un predio del patrimonio del señor Alan Kalifa, ellos responden, pero dentro del grupo de delincuentes se encontraban los Terna. Esto se tiene que esclarecer”, manifestó.
El empresario recalcó que todo su personal se sometió a exámenes de la Sucamec para el uso de sus armas. Pero además de ello, continuó señalando que fue el grupo de delincuentes y los Terna que irrumpieron violentamente en un predio privado, atentando contra los vigilantes. “Ingresaron y empezaron a golpear a esas ocho personas que se encontraban de servicio, amedrentándoles, sembrándoles, les han robado sus billeteras, etc. Eso es una injusticia”, exclamó en una conferencia de prensa.