Desde Promsex, su responsable local, Vanessa Soto, sostuvo que, ante la problemática de la trata de personas en Madre de Dios y otras regiones amazónicas, es importante admitir que una de las razones es la precariedad laboral. “En un contexto en el que las mujeres presentan desventajas laborales, educativas y sociales frente a los hombres solo por temas de género, el empleo informal o ilegal toma un rol protagónico. Estas ofertas laborales se vuelven atractivas al proponer remuneraciones que, en muchas ocasiones, son mayores a las de los empleos formales”, declaró.
Además, “lejos de lo que puede pensarse, el rescate de una víctima no necesariamente la libera de vivir experiencias de violencia, sino que estas toman otras formas. Las víctimas de trata aparecen como reacias a colaborar, lo que hace que se construyan prejuicios hacia ellas. Esta percepción que se tiene de las víctimas, así como los patrones de comportamiento que muestran, generan prejuicios y estereotipos nocivos sobre ellas”.
“No se logra reintegrar a las víctimas; ellas necesitan oportunidades que les devuelvan esa condición de vida digna”, subrayó la representante de Promsex en la región.
Pero a la compleja situación que atraviesan las víctimas de trata, se le suma un Estado, que ha fallado en su función de garantizar sus derechos. Esto significa que el Estado prioriza procesar al tratante, y no se enfoca en el cuidado de la víctima y sus necesidades. Ello se complementa con la alta informalidad y corrupción que hay en las diferentes entidades estatales, lo que provoca la impunidad de este delito y la no restitución de derechos de las víctimas, afirmó Soto.
“Cuando una mujer cae víctima de estas redes, se encuentra con muchas dificultades para salir de ellas. Si eventualmente lo logra, los impactos en su salud mental, física y social son severos. Por ello, es necesario fortalecer el eje de reintegración como línea de trabajo orientada a asegurar un entorno seguro y libre de violencia para las sobrevivientes de la trata”, finalizó Soto.
Por último, la especialista lamentó que en Madre de Dios solo exista un centro especializado para rehabilitar víctimas de trata de personas, exhortando a las autoridades a aplicar la Política Nacional frente a la Trata de Personas al 2030.