La promesa de producir 8,6 trillones de pies cúbicos de gas en Madre de Dios, casi el doble del proyecto Camisea, se ha convertido en el mensaje predilecto de los funcionarios del Gobierno Regional, el congresista Eduardo Salhuana y de la propia empresa estatal PeruPetro. Sin embargo, a medida que elogian los beneficios del plan gasífero, critican más las normativas que protegen las áreas naturales.
Asaid Bandach Gallegos, ingeniero geólogo de Perupetro, expuso que el Perú tiene 18 lugares potenciales para la extracción de gas y uno de ellos es Madre de Dios. Sin embargo, no ocultó su desazón por la superposición de áreas naturales en estas zonas gasíferas, como la Reserva Comunal Amarakaeri.
El ingeniero geólogo, flanqueado por una comitiva del gobierno y del Congreso de la República, indicó que la finalidad de brindar charlas de promoción del proyecto gasífero es que algún inversionista muestre interés, no de arribar a algún contrato específico, pues admite que esto generaría rechazo.
“Estamos promoviendo un convenio de evaluación técnica, para que alguna empresa evalúe el área y proponga un plan de acción, ya que no tenemos facilidades con las normas”, puntualizó.
“Es muy importante que, para lograr la independencia económica, no solo de Madre de Dios sino del país, garanticemos también la continuidad de gas que consumimos, porque Camisea se va a acabar”, señaló.
Otro de los argumentos que presentó Asaid Bandach es la presunta garantía de un canon gasífero. “Cusco percibía en su momento un millón de dólares diarios por canon petrolero. ¿Se imaginan lo que podrían hacer, señores alcaldes?”, declaró, ante un grupo de burgomaestres, también presentes.
A modo de recordatorio, el geólogo hizo referencia a los antiguos proyectos gasíferos que desde los años 70 el Perú fue testigo. Pese a los intentos, según Banchad, no se prosperó con ninguno por diversos motivos.