En medio de la juramentación de nuevas autoridades, el monseñor David Martínez de Aguirre, vicario apostólico de Puerto Maldonado, persistió en su mensaje de no perder la esperanza en la naturaleza humana y la búsqueda de una armonía con el prójimo y el planeta.
“No perdamos la esperanza, sigamos creyendo en el Perú y nuestra nación. No podemos claudicar de nuestra propia naturaleza, no podemos pensar que somos corruptos, que siempre va a haber robo, tenemos que proyectarnos a lo que mejor podamos hacer, no conformarnos a una vida limitada”, dijo, tras escuchar los mensajes del nuevo gobernador y los nuevos alcaldes de Madre de Dios.
“Toda persona es un ser político en tanto y en cuanto vive en sociedad. Esto nos hace apostar por el bien común; el sálvese quien pueda nos lleva a la autodestrucción, y lo estamos viendo, todos estamos perdiendo, no hay ninguna parte que gane, todo el mundo pierde”, dijo.
“Tenemos que confiar en nosotros, que sí podemos pensar en el bien común, y eso exige un ejercicio fuerte de responsabilidad”, añadió.
Refiriéndose a las autoridades regionales, provinciales y distritales, el monseñor les llamó a la reflexión para que recurran siempre a lo más profundo de sus convicciones, de su fe, “porque en este momento se necesita poner lo mejor de nosotros mismos, lo más auténtico, no lo más accesorio”.