jueves. 21.11.2024
Foto: Cáritas
Foto: Cáritas

La visita de la coordinadora general del proyecto “Seguridad Alimentaria para las Comunidades Vulnerables en la Amazonía Peruana”, Gabriela Mejía, a las comunidades nativas de La Victoria, Boca Pariamanu y Santa Teresita, ubicadas en la cuenca del río de Las Piedras, permitió dar seguimiento a las actividades y evaluar el compromiso de las familias con el avance de sus biohuertos, viveros agroforestales y crianza de animales menores para el sustento y mejora de sus medios de vida. 

Las familias recibieron un módulo de aves menores el cual comprende una docena de “pollos criollos”, insumos para la alimentación, vacunas y vitaminas para el control y crecimiento de los mismos. Se verificó que los espacios de los gallineros estuvieran acondicionados para albergar la cantidad de aves que se crían y así evitar el estrés, hacinamiento y el brote de enfermedades que conllevan a plagas. 

Asimismo, se cotejó las instalaciones de los biohuertos familiares que están compuestos por variadas especies nativas y de hortalizas como tomates, ojitos de pescado, sachaculantro, kion, uncucha, zapallos, entre otros, que servirán como aporte de nutrientes a la alimentación familiar y permitiría a mediano y largo plazo una economía circular dentro de la comunidad, así como en las zonas aledañas.

“Para las familias que viven en las comunidades de la selva, su principal fuente de ingresos proviene de los recursos de la naturaleza que ellos mismos trabajan. Nos vamos muy contentos porque hemos encontrado buenos resultados que permitirán la dieta nutritiva y balanceada de las familias en un contexto de pandemia donde pueblos indígenas fueron los más afectados. Por ello, mediante el proyecto intentamos contrarrestar las principales dificultades asociadas a la alimentación de los niños y ofrecemos alternativas que diversifican la alimentación”, sostuvo Gabriela Mejía coordinadora general del proyecto y miembro del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP).

Por su parte, el secretario general de Cáritas Madre de Dios, realzó la importancia de la seguridad alimentaria en tiempos donde las consecuencias por el Covid- 19 todavía siguen afectando a las comunidades más alejadas del país, las mismas que no cuentan con los recursos básicos para sostener a sus familias. 

“El proyecto que es ejecutado por Cáritas Madre de Dios y el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) tiene como objetivo constituir una alternativa apropiada para que las familias produzcan, comercialicen y consuman a bajo costo productos orgánicos, frescos y saludables para una dieta balanceada que favorezca a todas las comunidades”, manifestó Navarro Vega.

Vale mencionar las actividades están adaptadas al cambio climático y se pretende sensibilizar en el rescate de saberes ancestrales, consumo de especies locales, promoción de biohuertos y dietas saludables a las siete comunidades de la cuenca del río de Las Piedras tales como Santa Teresita, Boca Pariamanu, Tipishka, La Victoria, Santa Alicia, Puerto Nuevo y Monte Salvado.

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