El pasado 29 de agosto, en la quebrada San Juan, afluente del río Pariamanu, se desató un incidente entre indígenas aislados Mascho Piro y trabajadores forestales, dejando un saldo de dos fallecidos, un herido y dos desaparecidos. Frente a ello y la inacción del Estado para acudir a la zona a prestar auxilio, solo la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes se pronunció.
Ayer, en una rueda de prensa, el presidente de la organización indígena, Alfredo Vargas Pio, mostró su preocupación por la desidia estatal y, por el contrario, resaltó que desde la organización indígena procuraron avisar a todas las autoridades sobre lo sucedido, recibiendo caso omiso.
“Estamos con preocupación y dolor porque son hermanos de comunidades nativas. Tenemos que insistir. Ya son cuatro días. Lamentablemente, nos informaron que el helicóptero del Ejército peruano no apoyará. Pero estamos gestionando para que mañana llegue un helicóptero de la Policía Nacional”, comentó.
Vargas Pio también contó sobre una conversación telefónica con el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, pero que hasta hoy ninguna coordinación se materializa en una ayuda real. A su vez, el líder indicó que deben lidiar con impedimentos, como el lugar de Fenamad para viajar con la comitiva de auxilio. “Nos dijeron que nos avisan si hay un cupo para nosotros. Eso también nos preocupa. El sábado ya se debió salir, luego del incidente del viernes. Se trata de vidas humanas”, lamentó.
Otro dirigente de Fenamad, desde la rueda de prensa organizada ayer, recordó el incidente en Monte Salvado hace un mes. “Desde hace tiempo Fenamad pone en conocimiento sobre estos hechos. No hacen caso a nuestros pronunciamientos. El Estado no hace nada. Los indígenas se sienten invadidos”, dijo.
