viernes. 19.04.2024
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La Pampa ha sido la cuna de oro dominada por la minería ilegal en plena zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata. Es conocida por ser una tierra sin ley donde las autoridades han perdido su poderío. Sin embargo, existe un grueso de pequeños comerciantes dedicados a oficios ajenos a las actividades extractivas y, a pesar de ello, cargan con el peso del estigma de habitar una zona donde convergen las problemáticas sociales más sólidas de Madre de Dios.

Parte de esos negociantes son los principales damnificados que dejó el incendio de la madrugada del último lunes, en el km. 108 de la carretera interoceánica (Puerto Maldonado – Mazuko). Eran poco más de las 12:30 a.m., las casas estaban a oscuras y los comuneros pernoctaban dentro de sus viviendas cuando una densa neblina comenzó a cubrir toda la zona. Tan pronto sintieron el olor a humo, salieron raudos para sortear el riesgo.

“Estaba durmiendo y escuche los gritos de la gente que pedía ayuda. No sé cómo me he escapado, pero salí corriendo de mi casa porque tenía el fuego a mi costado”, relató con voz afligida uno de los afectados quien, además, mencionó que se quedó sin nada y no tuvo tiempo de sacar algunas cosas.

Los pitos comenzaron a sonar para dar aviso a los vecinos del voraz incendio que calcinaba sus hogares. Las construcciones precarias y de materiales inflamables produjeron que el fuego se extienda rápidamente y, en pocos minutos, cerca de 60 viviendas quedaron incineradas dejando en la calle a más de 200 personas.

 “Salí con lo que tengo puesto, no alcance a sacar nada de mi casa. No tengo ropa, mis ahorros se quemaron y, además de haber perdido nuestra casa, hemos perdido toda nuestra mercadería de abarrotes. Mi señora está desconsolada y ya no sé cómo hacer para aliviarla, relató un comerciante de abarrotes de la zona que prefirió no dar su nombre por seguridad.

Mencionó que las pérdidas materiales ascenderían a los 100 mil soles y que aún no han recibido el apoyo de las autoridades. Como él, decenas de moradores en La Pampa perdieron todas sus pertenencias en el voraz incendio. De acuerdo al empadronamiento de la Municipalidad Distrital de Inambari, cerca de 60 familias fueron afectadas por el siniestro que acabó con las ilusiones de quienes buscan cambiarle el rostro a una zona tomada por la minería ilegal.

 Ollas Comunes

Frente al lento accionar de las autoridades de turno, los vecinos se organizaron para formar redes de apoyo mutuo para los damnificados. Pobladores de las zonas aledañas están donando dinero y alimentos para que un grupo de mujeres elaboren “ollas comunes” y donar a las familias que no tienen los recursos económicos para solventar sus alimentos. Del mismo modo, se conformaron comitivas que gestionaran espacios, colchones, carpas, ropa y frazadas para asegurar que las victimas puedan pasar la noche en un lugar seguro. A pesar de que no hubo pérdidas humanas, los pobladores atraviesan el sentimiento de vacío al ver que el fuego consumió en minutos las casas que les costó años levantar.

Comerciantes ajenos a la minería ilegal en La Pampa son principales víctimas del incendio