Camino a transformar la Amazonía en un territorio desértico, el biólogo César Ascorra, director nacional del Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia), exhortó a toda la sociedad civil y, en especial, a los empresarios mineros, a reaccionar rápidamente frente a una inminente calamidad. Como un intento de evitarlo, llamó a respetar estrictamente las prácticas socioambientales, reconocidas también como "las salvaguardas".
“Las salvaguardas son sociales y ambientales para la minería artesanal y de pequeña escala. No es para nosotros, es para ellos. Son sus garantías o los sellos que la pueden diferenciar de una buena y mala minería y para buscarle justamente alternativas de desarrollo. Lo ilícito se combate con desarrollo alternativo”, afirmó Ascorra. Las 'salvaguardas', recordó también, fueron promovidas por un grupo de instituciones comandadas por la agencia estadounidense USAID.
Respecto al cuidado del agua, uno de los ejes principales en la promoción de los ‘salvaguardas’, Ascorra recordó que no se trata del simple líquido, sino de lo que “se genera en los bosques, en la atmósfera o en el subsuelo”. “Hay que pensar en los recursos hídricos, en las cuencas, en el paisaje integral, en todas sus formas. Una minería que respeta y cuida el agua significa que respeta la normativa y tiene buenas prácticas”, enfatizó.
Por otro lado, “restaurar paisajes significa el cierre progresivo de las minas”. “Si estoy en un ambiente tropical boscoso, el mineral está debajo de los árboles, entonces retiro la capa vegetal, arbórea, extraigo el mineral y luego repongo y lo dejo lo más parecido a como lo encontré, es decir, reforesto”, detalló.
“No está lloviendo como debe llover. Una cosa es que llueva dos o tres veces por semana, otra que tengas tormentas que saturan los canales pluviales, que los colapsan o los desbordan, que afectan los cultivos o la infraestructura civil”. Por ello, advirtió Ascorra, “no podemos ser ciegos al cambio climático; estamos en una crisis planetaria que no respeta fronteras ni límites”.
“Cada vez hacemos las cosas como para que la Amazonía deje de ser un bosque y se convierta en una gran sabana, un chaparral, y los árboles y la temperatura como que no nos importa”, acusó el especialista.