Desde el Mercado Milagros de Puerto Maldonado, varios kilos de alimentos como papa, cebolla o zanahoria abastecieron ayer a numerosas familias, tras padecer un mes de escasez de estos productos. A las inmediaciones del centro comercial también se agolparon pescadores que, al no poder alimentar a sus peces, los tuvieron que vender a muy temprana edad.
Con megáfono en mano, la distribuidora de alimentos enfatizó que la repartición iba a hacerse por kilos, “no a precio mayorista”, a fin de que alcance para toda la población posible. “La papa está a 5 soles el kilo, la cebolla a 3 soles, la zanahoria a 5, el tomate a 5, la alverja a 8, el haba a 6, el zapallo a 4 y el apio a 3”, enumeró.
“Mantengan su cola y se va a atender a todos, faltan varios carros”, dijo también la vendedora, tras enterarse de que nueve o diez vehículos de alimentos aún faltan arribar a la ciudad.
Por otro lado, Juan Carlos Reyes Pedregal, representante de la Asociación de Pescadores Artesanales de Puerto Maldonado, ofreció en plena calle paquitos de tres meses y medio. “Ahorita, por la coyuntura del Estado, estando dejados al abandono, no hay alimento para los peces, los cuales están pesando 300 gramos máximo... y no nos queda remedio que sacarlos; no hay para darles de comer”, lamentó.
Reyes recordó que “el anterior gobernador impulsó la crianza de peces”, aunque aquello, hoy en día, no tiene ningún resultado positivo, pues “no hay alimentos”, provocando que se vendan los peces a temprana edad, “si no se mueren”.
En medio del barullo, un ciudadano manifestante alzó su voz recordando el motivo de las protestas callejeras. “Dicen que tenemos derecho a la manifestación, pero por qué persiguen a los dirigentes. Nosotros no somos mineros ni delincuentes ni terroristas”, recalcó.
“Yo he sido combatiente antisubversivo; he combatido en el Alto Huallaga defendiendo la pacificación, y nos duele cuando nos dicen que somos terroristas”, pronunció, dirigiéndose al sector político que realiza este tipo de señalamientos.