Por: Beatriz García Blasco y Radio Madre de Dios
Hoy, en horas de la mañana, Demetrio Pacheco, vicepresidente del Comité de Gestión de Tambopata, ha comprobado cómo las amenazas que él y su familia vienen recibiendo en los últimos años se hacían realidad. Su hijo, Roberto Carlos Pacheco, yacía sin vida sobre el piso, en el monte, con dos balas asestadas, una en la cabeza y otra en la cadera. ¿Quiénes estarían detrás? Posiblemente quienes desde hace años pretenden invadir y apropiarse ilegalmente de la concesión de forestación y reforestación ubicada en el km 74 de la carretera interoceánica Puerto Maldonado-Cusco de la que Demetrio es titular.
Según Mongabay Latam, el día antes de su muerte, Roberto Carlos Pacheco había salido para recorrer su concesión forestal. Tras esperarlo por varias horas, su padre y otras dos personas que trabajan con él salieron a buscarlo, sin embargo, lo encontraron muerto. De acuerdo al parte policial, el cuerpo fue hallado a la altura del kilómetro 356 de la carretera Interoceánica Urcos-Iñapari, en una trocha que da acceso a un predio agrícola que colinda con la concesión de Pacheco. Muy cerca se encontró un vehículo color naranja, sin placa de rodaje y sin número de chasis.
El hecho, que se ha conocido horas después, ha impactado, entristecido e indignado al movimiento medioambiental de Madre de Dios, pues Demetrio Pacheco y su familia vienen interponiendo denuncias ante la Fiscalía Ambiental desde 2012. Denuncias que se vinculan al ingreso de terceros al interior de la concesión con fines maderables, es decir, para la extracción ilegal de madera. Según refieren fuentes cercanas, Roberto Carlos estaba muy unido a su padre Demetrio, era su complemento para esta lucha. Mientras Demetrio se ausentaba para hacer gestiones en la ciudad, Roberto vigilaba la concesión, pues estaba permanentemente en la mira de los invasores. “Siempre ha estado al lado de su padre, en todo momento y circunstancias. Han sido amenazados constantemente, siempre han denunciado pero nunca nadie ha actuado como corresponde. Es hora de que esto pare, esto no puede continuar así”, clama Víctor Zambrano, presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Tambopata.
El movimiento medioambientalista de Madre de Dios no tiene dudas de que, tras este hecho, estarían las mafias dedicadas al tráfico ilegal de madera y pide justicia. “¿A quién más recurrimos? Nos defendemos con lo que tenemos, con lo que podemos. Y ahí está el resultado. Y seguimos con nuestros valientes defensores ambientales frente a esos acontecimientos. Totalmente desprotegidos. Amenazados a cada rato. Lo hemos dicho, ¿pero quién se interesa? Nadie”, lamenta Zambrano.
Este presunto asesinato recuerda al ocurrido en diciembre de 2015, cuando el ambientalista Alfredo Vracko fue asesinado al interior de su concesión, en el mismo sector. Hasta la fecha, nadie ha sido condenado por este hecho.