
El teniente alcalde de la municipalidad distrital de Laberinto, Carlos Pachacutec, informó en entrevista para radio Madre de Dios, que luego de que el alcalde Marcos Otazu se ausentara por cinco días de la comuna, se realizó una denuncia por la desaparición en la policía.
“Nadie sabía de su paradero, ni si quiera el subprefecto de Laberinto. Todos hemos estado preocupados de su salud porque había un rumor. Entonces ahora le estoy reclamando al gerente de la municipalidad porque él sabía, y no nos ha informado a los regidores de la situación que estaba pasando el alcalde, porque nosotros hubieramos tomado alguna medida por su salud”, manifestó Pachacutec.
Asimismo,
explicó que se espera que en reunión con el Consejo de regidores, se llegue a
un acuerdo para que se haga la desinfección del municipio, se ponga en
cuarentena la municipalidad y se realice las pruebas rápidas de COVID-19 a
todos los trabajadores de la comuna.
Por otro lado, señaló que ante este caso, el primer regidor deberá asumir la alcaldía, sin embargo, todavía hay todo un proceso que se debe realizar.
Por su parte, el gerente general de la Municipalidad de Laberinto, Carlos Espinoza, negó conocer que el alcalde Otazu se encontraba en estado crítico e internado en UCI. Espinoza explicó que luego de hablar con el hijo del alcalde Otazu durante la semana, se le había informado que por estrés y por su diabetes había tenido que ser trasladado hasta Puerto Maldonado.
Antes de que sea trasladado a Puerto Maldonado, el jueves pasado, el gerente general se acercó hasta la casa del hijo del burgomaestre, donde lo pudo ver. Asimismo, aprovechó la oportunidad para que el alcalde aprobara la elaboración de la resolución que le daría la encargatura al teniente alcalde.
Posteriormente le alcanzó a la familia la resolución para que sea firmada por Otazu. No obstante, el hijo del burgomaestre le indicó que su papá fue derivado al hospital del Seguro Social, y también descartó que fuera un paciente COVID-19, ya que había dado negativo a la prueba.
La última comunicación que tuvo el gerente general con el hijo del alcalde fue el domingo en la tarde. En ese momento, él le explicó que su padre se encontraba mejor y que iría a verlo alrededor de las 3 de la tarde, durante el horario de visitas. Después de esa llamada, recién le comunicaron la lamentable noticia al gerente. Al parecer, y en ello coinciden todos, nadie sabía sobre su deceso, ni si quiera su propia familia.
Aclaran dudas
El director regional de Salud, Ricardo
Tello, explicó durante la conferencia de prensa del Comité Regional de
Seguridad Ciudadana (Coresec) realizada este lunes, que tras conversar con el
gerente de EsSalud Madre de Dios, Ivan Ramos, este le indicó que el alcalde
Otazu había llegado con un problema respiratorio, por lo que se procedió a
entubarlo.
“En muy malas condiciones llegó al
establecimiento de salud, incluso teníamos a un médico especialista ahí de
turno, y se procedió a la intubación. Lamentablemente, su organismo no pudo
resistir, falleciendo a las pocas horas de haber ingresado al nosocomio”,
relató el jefe de la Diresa.
Por su parte, el gobernador regional Luis
Hidalgo Okimura señaló que la autoridad de EsSalud le confirmó que el
burgomaestre sí tenía COVID-19 y que el diagnóstico había sido confirmado con
una prueba rápida positiva.
“No quería dirigirse al establecimiento de
salud (Otuza), tal como me informó el prefecto del departamento. Tuvieron que
recurrir a algunas personas para poder llevarlo y que lo internen ahí porque se
negaba a ir al nosocomio”, señaló el gobernador.