Nunca se habían mostrado tan beligerantes. Es la afirmación contundente del presidente de la comunidad Nueva Oceanía, ubicada en el río Tahuamanu, a 12 horas de surcada desde Iberia (frontera Perú-Brasil) en temporada de creciente y dos días cuando el río está bajo. En declaraciones para Radio Madre de Dios, el jefe Enrique Añez confirmó que el 2 de enero se habría producido un nuevo avistamiento de indígenas aislados del pueblo Mashco piro, en un número pequeño, pues es habitual un grupo de avanzada. “Yo no estaba, pero mi hermano sí les vio. Yo llegué el día 3, ahí no salieron, pero el día 4 volvieron a aparecer al frente de la comunidad”, explicó, “ahí estaban pidiendo plátano, pero como habíamos llegado varios más ya no se atrevieron a cruzar”. Llegaron a lanzar dos flechas.
Asegura Añez que tenían el pelo largo y que, en su opinión, “es el
mismo grupo que aparece también en Monte Salvado”, comunidad que se
encuentra en el río Piedras y que, a finales de octubre, registró el
último contacto con indígenas aislados tras el que el comunero Ignacio
Piño fue herido de flecha y toda la comunidad fue evacuada hasta Puerto
Maldonado por el Ministerio de Cultura, como medida de prevención.
En este mismo día 4 de enero, los indígenas aislados sí lograron,
posteriormente, cruzar el río, “les hemos visto nadar”, y sustraer
diversos objetos como ollas, machetes, ropa o sogas. Cuenta Añez que, en
el poco diálogo que se pudo entablar con ellos en idioma yine, pedían
plátano.
Después de este suceso, cuando se llegó personal del Ministerio de
Cultura, el propio presidente de la comunidad les acompañó. “En el
camino encontré plomo, también ropas que iban botando y, más allá,
estaba su campamento. Tuvimos indicios de que estaban cerca, porque los
pajaritos nos alertaron y, para no tener problemas con ellos, decidimos
volver”, explica.
Confirman los comuneros de Nueva Oceanía que el problema sería que
“más arriba de la comunidad han cruzado los madereros, han hecho el
bosque un desastre y ellos están molestos, parece que les hayan
agredido. Hemos visto que en el puesto de control han picado con sus
flechas, se nota que están agresivos, porque nunca se han comportado
así”. El jefe de Nueva Oceanía, en representación de su comunidad, alza
la voz y pide la ayuda e intervención urgente del Estado. “Los aislados
son humanos, están ahí y hay que respetarlos, no vale negar su
existencia”, afirma.
La Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD),
organización indígena de la zona, confirmó a través de varios de sus
representantes este suceso. Por su parte, el Ministerio de Cultura,
quien también fue informado rápidamente de lo ocurrido, no se ha
pronunciado ni ha brindado ninguna información oficial hasta el momento.