Cada 30 de julio se recuerda el Día Mundial contra la Trata de Personas, una fecha designada por la ONU para reflexionar sobre este delito. En el marco de las actividades por este día, organizaciones convocaron un plantón en los semáforos de la ciudad de Puerto Maldonado. La concentración será desde las 4:45 p.m. en la Plaza de Armas.
En Madre de Dios, así como en otras regiones del país, la situación es dramática, pues la pandemia por el COVID-19 ha logrado agudizar esta problemática y, por ende, muchos grupos se han vuelto más vulnerables, según cuenta Vanesa Sotto, representante de la Veeduría Regional.
La población más propensa a ser víctima de este delito la conforman niñas, niños y adolescentes. Son factores como la ausencia del Estado los que propician un ambiente apto para este delito. Por otro lado, Sotto resaltó que cuando ocurre lo contrario y se interviene, a través del despliegue de actividades como el Operativo Mercurio, los cambios que se generan en aquellos espacios donde se genera el delito, se ven claramente reducidos.
“Cuando esa presencia no existe, se crea un caldo de cultivo donde se siguen generando e incrementando los factores que sostienen el delito, la corrupción, problemas estructurales, zonas de informalidad e ilegalidad’’, explicó.
En el marco de las actividades por este día, además, organizaciones convocaron un plantón en los semáforos, organizaciones repara lo cuál se necesitará que realicemos pancartas. La concentración será desde las 4:45 p.m. en la Plaza de Armas de Puerto Maldonado.
Manifestó que en ese sentido, este año las veedurías de diversas regiones se han organizado y realizado encuentros en los cuales se establecieron compromisos, determinando la trata como uno de los problemas más urgentes de la actual realidad.
En el Perú se están implementando mecanismos promotores de la participación ciudadana, con el fin de vigilar el funcionamiento de las instituciones en aras de mejorar las políticas públicas en tanto se hace una evaluación de cómo avanzan y que hacen, ratificó Vanesa Sotto. Agregó que, el progreso de las empresas del sector público y privado dependen de que se fomenten políticas de desarrollo que cuenten con un organismo observador.
“La veeduría es un espacio abierto para las organizaciones de la sociedad civil interesadas en abordar estas problemáticas. A partir de los encuentros que se han realizado entre veedurias se han encontrado compromisos, las veedurías se comprometieron con algunas metas para promover esfuerzos [....] Estas discusiones nos llevan a hablar de impulsar los recursos generales que invierte el estado en la lucha contra la trata de personas”, puntualizó Vanesa Sotto.
