viernes. 22.11.2024
Sucesos

Bomberos de Madre de Dios: Cuando la vocación de ayudar se vuelve peligrosa

Por: Diego Alva Patiño

La bombera Senilda Romero recostada en el piso con los brazos extendidos intentando respirar. El jefe de la Comandancia Departamental de Bomberos buscando un grifo para abastecer de agua las cisternas. Un miembro de la Compañía 70 dentro de una ambulancia siendo abastecido de oxígeno, a causa del humo inhalado. Esas fueron algunas de las escenas que dejó el incendio del último sábado ocurrido en Puerto Maldonado y que denotó la situación alarmante en que acuden los bomberos de Madre de Dios a atender una emergencia.

El siniestro comenzó al promediar las 7:30 de la mañana en la Galería Gamarra Brava, ubicada en la avenida Fitzcarrald 539. La causa fue un corto circuito iniciado en las instalaciones del centro comercial, y que tardó en promedio dos horas ser controlado. A parte del despliegue de la Compañía de Bomberos se requirió el apoyo de cisternas de agua de las empresas IIRSA Sur y Emapat, así como la presencia de la Policía y el Serenzago.

“No tenemos equipos de respiración autónoma, que abastecen de oxigenación aproximadamente por 45 minutos (…) dos bomberos han sido afectados por insuficiencia respiratoria debido a la inhalación de humos tóxicos. Por suerte, uno ya está recuperado”, alertó el jefe de la Comandancia Departamental de Bomberos Voluntarios de Madre de Dios, Roberto Aranibar Torres, mientras que dos de sus compañeros eran atendidos.

Quizá las imágenes más dramáticas del siniestro fueron los bomberos siendo auxiliados debido a la falta de equipos para atender estos casos, pero también llamó la atención la ausencia de grifos de agua para abastecer las cisternas de la Compañía. “Nos han dejado operativo solo dos hidrantes: uno que está en Padre Aldamiz y otros en la bajada al puerto. Todos los demás grifos están sellados y bloqueados por Emapat”, señaló Aranibar Torres.

Cerca de las 9 y media de la mañana, el incendio logró ser controlado a pesar de que la llamarada intentaba prolongarse en las viviendas aledañas. A parte de Senilda Romero, quien fue trasladada al Hospital Santa Rosa, no se registraron otras personas heridas y los daños materiales aún no son cuantificados.

SITUACIÓN ALARMATE

Imagen: Javier Hidalgo Jefe Departamental de Bomberos Madre de Dios (Imagen: Javier Hidalgo)

Luego de este suceso, conversamos detenidamente con el teniente brigadier Roberto Aranibar Torres, jefe Departamental de los Bomberos Voluntarios en Madre de Dios, quien mostró su malestar ante la situación actual en que se encuentra la comandancia que dirige y la dejadez de las autoridades e instituciones para apoyarlos en su tarea.

“El kit del asunto está en la no colaboración de parte de las otras autoridades que tenemos como el Gobierno Regional (de Madre de Dios) y la municipalidad, que incluso tienen un presupuesto participativo, que está relacionado con el apoyo al Cuerpo de Bomberos. Nosotros no tenemos equipos de oxígeno ni uniformes. Faltan equipos de extricación, que son herramientas hidráulicas para atender accidentes vehiculares”.

Pero la mayor limitación para que los bomberos de la Compañía 70 de Puerto Maldonado ejerzan correctamente sus funciones, paradójicamente, se encuentra en el elemento primordial durante la atención en un incendio, el agua. Según refiere Aranibar Torres, la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Tambopata (Emapat), les ha limitado la red pública de hidrantes, dejando operativo solos dos grifos en toda la ciudad.

“A nivel nacional toda la red pública de hidrantes es solo para uso exclusivo del Cuerpo (…) pero Emapat nos ha prohibido (utilizarla). Nos ha dicho que no nos puede dar la red de hidrantes porque ustedes (los bomberos) gastan mucha agua. Entonces, solamente tenemos algunos operativos a donde tenemos que recurrir para recargar las unidades cuando hay una emergencia grande”, señaló indignado el teniente brigadier.

Agregó que, desde hace un tiempo, Emapat comenzó a solicitarle que rellene un parte en el cual debían definir la cantidad de agua que estaban utilizando en las cisternas, para que la empresa municipal evalúe el costo de lo que están requiriendo. Algo a todas vistas ilógico, dado que al momento de un siniestro no se puede estimar cuánta agua se utilizará.

PROBLEMA CON LA INFRAESTRUCTURA Y FALTA DE EQUIPOS PARA ATENDER EMERGENCIAS

Compañía de Bomberos Voluntarios Madre de Dios Nº 70 Compañía de Bomberos Voluntarios Madre de Dios Nº 70 (Imagen: Diego Alva)

Las nuevas instalaciones donde viene laborando la Compañía de Bomberos Voluntarios de Puerto Maldonado, fue inaugurada el 30 diciembre del 2014, bajo la gestión del ex presidente regional Jorge Aldazabal Soto. Anteriormente, en el 2012, la entonces gestión de José Luis Aguirre Pastor entregó cuatro unidades motorizadas para esta compañía. En ambas oportunidades, el teniente brigadier Roberto Araníbar Torres estaba al mando de la institución y recibió con buen ánimo el apoyo.

Unos años más tarde, el jefe de los Bomberos se encuentra consternado ante unas declaraciones vertidas por el actual Gobernador Regional de Madre de Dios, Luis Otsuka Salazar, y ante la posibilidad de que el edificio donde se encuentran, sea utilizado como oficinas del Goremad.

“Esta infraestructura nueva, más los vehículos, han sido donación del Gobierno Regional. Sin embargo, tiene muchas falencias en cuanto a estructuras y equipamiento. Por ello, el gobernador actual (Otsuka Salazar) me ha dicho que va a hacer una prueba para saber si (la infraestructura) está bien construida. Si no, como él no lo ha entregado, nos lo va a quitar porque dice que necesita oficinas”.

Las deficiencias a las que se hace mención son, por ejemplo, la salida para los vehículos, que colinda con el jirón Marcos Ruiz, calle que no se encuentra asfaltada y es tan reducida que apenas pueden movilizarse las unidades. También se encuentra un grupo electrógeno, que, desde la inauguración de los nuevos ambientes, nunca volvió a funcionar.

DEFICIENCIAS A NIVEL REGIONAL

Bomberas utilizando prendas para no afectarse con el humo (Imagen: Gerson Torres Pinedo) Bomberas utilizando prendas como mascarillas para no afectarse con el humo (Imagen: Gerson Torres)

Sumado a la parte estructural, la deficiencia logística en la Compañía de Bomberos es tal que no cuentan con equipos de respiración autónoma, fundamentales a la hora de atender un siniestro. Además, varios de los trajes están deteriorados y en pésimas condiciones. Lamentablemente, esta situación no se presenta solo en la dependencia de Puerto Maldonado, sino en las otras tres sedes a nivel regional.

“Nosotros trabajamos casi empíricamente porque no tenemos los equipos necesarios para atender las diversas emergencias que se suceden en todo el departamento. Con decirle que en Mazuco han apagado un incendio con gaseosas. En Iberia solo tienen una cisterna que se les ha dado en sesión en uso, pero nada más. Sus mangueras son de hule y sus pitones unos tubos de PVC achatados. Así trabajamos: descalzos y en sandalias. No tenemos uniformes ni equipos de respiración autónoma”.

Indumentarias que deben utilizar los bomberos (Imagen: Javier Hidalgo) Indumentarias que deben utilizar los bomberos (Imagen: Javier Hidalgo)

En toda la región existen más de 100 bomberos voluntarios. En la compañía de Puerto Maldonado son 26 efectivos, en Iberia 13, en Laberinto 8 y en Mazuco 10. Precisamente, esta última, inaugurada en julio de este año, se generó una controversia al ser construida sin que estuviera equipada, por lo que se realizaron actividades profondos para comprar uniformes.

“Yo estoy cansado de reclamar al Comando Nacional (de Bomberos Voluntarios) toda esta serie de situaciones y los requisitos de equipos que necesitamos, pero no somos atendidos porque no tenemos presupuesto. Estamos supeditados a las donaciones extranjeras y presupuestos que no abarcan la totalidad de los 20 mil bomberos que hay en todo el Perú”.

A pesar de este panorama desalentador, el teniente Aranibar Torres recordó que su institución siempre acudirá ante el llamado de la ciudadanía para atender todo tipo de emergencias, como inundaciones, sismos, incendios, trasladado de heridos o enfermos y accidentes vehiculares. Pero hace falta reflexionar sobre qué tanto las autoridades y la sociedad civil están dispuestas a apoyarles.

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