jueves. 18.04.2024

La voz y la pluma: Carpeta rota

Fuente: La Silla Rota.
Fuente: La Silla Rota.

Se anunciaba que las clases se iniciaban el 16 de marzo de este año, claro, con el COVID-19 tocando las puertas del Perú, ya teníamos el primer caso denominado “cero”,  el mismo que alarmó al Gobierno. No estábamos preparados y el tiempo nos daba la razón.

Mostramos el rostro de la improvisación en educación, como otros sectores de la actividad social, económica, y por supuesto, la respuesta de la salud pública, rápida y oportuna, no sucedió. Pero nos ocuparemos de la Educación, y al hablar precisamente de educación, comenzaré a decir que se viene manifestando en el estado calamitoso por no decir menos.

La crisis sanitaria y el confinamiento nos abrieron las puertas grandes de la improvisación, el Ministerio de Educación reaccionó con la llamada “educación remota”. Muchos saltamos y preguntamos: ¡¿Qué?!  ¿Cómo lo harán? No tardamos en ver y escuchar plataformas de información, contando con radio y televisión y la maquinaria se puso andar. Aprendo en Casa: el título suena bonito, pero ahora entiendo. Fuimos los campeones de la improvisación.

Me viene a la memora, retrocediendo al año 2001, el Gobierno de la Chacana trató de poner en marcha el Programa Huscarán. Después vinieron las llamadas Aulas de Innovación, en convenios con la operadora más importante de telefonía del Perú. Todo eso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación no funcionó. Lo principal: nunca contaron con presupuesto. La conectividad de internent nunca llegó, y eso que varios colegios tanto de primaria y secundaria contaban con las famosas Laptop XO. Eran versátiles, practicas, pero no se les dio el uso, y muchas de ellas están incluso sin haber cumplido horas de funcionamiento, empolvadas y empaquetadas. Y ahora vamos a pasar por las anunciadas tablets.

Sin temor a equivocarnos y con una modesta opinión, el lanzamiento e implementación “Aprendo en casa” fue apresurado, de eso no hay duda. Las dificultades son todos los días dentro de la naturaleza pedagógica: confrontaciones entre profesores, directivos, y los especialistas limitando su quehacer con soberbia de poder. También están los problemas relacionados con la conectividad en amplios sectores de la población, la ausencia de herramientas (computadoras); así como el escaso conocimiento del uso de tecnologías de información por parte de estudiantes, docentes y especialistas de las UGEL; o la propia Dirección Regional de Educación que se obsesiona en emitir normas y más normas, poniendo en riesgo la adecuada relación con directores, docentes, auxiliares y administrativos, en quienes recae la verdadera responsabilidad el accionar educativo. También llegaron a obligar a directores para en plena pandemia y momentos de crecimiento de contagio, realicen la distribución de alimentos de Qali Warma y cuadernos de trabajo.

Además, las disposiciones para el trabajo remoto de los profesores que asegure el desarrollo del servicio educativo no presencial de las instituciones y programas educativos públicos, que en síntesis norma la entrega de informes por los docentes de los meses marzo, abril y mayo como condición para el pago de haberes y la sombra permanente “te informo”. Hemos sido testigos de resoluciones viceministeriales con modificaciones, oficios múltiples de correcciones y aclaraciones, todo esto demuestra la falta de conocimiento de nuestra realidad.

Hay muchos ejemplos que se ponen de manifiesto a diario, casos de alumnos que buscan comunicarse y decir a sus propios compañeros: no tengo internet, no entiendo. Y la sombra de siempre ¿repetiré el año? Y de ser así qué vamos hacer, qué drama de la educación en nuestro país. Hace poco se hizo público la deserción escolar en la Provincia de la Convención, provincia casi con características similares a Madre de Dios. “El Director de la UGEL La Convención asegura que el programa Aprendo en Casa no se adecúa a las necesidades de los alumnos. Según sus estadísticas, unos 7,000 alumnos no están accediendo a este sistema educativo (1). Qué dirá la Dirección Regional de Educación de Madre de Dios, o las UGEL ¿Será todo color de rosas, no habrá deserción como en la Convención? Tema importante que tendrán que trasparentar por el bien de la educación en Madre de Dios y tomar las medidas correctivas.   

Quiero terminar este artículo para contribuir a hacer bien las cosas y dejar de cantar triunfos, cuando la realidad nos muestra que en el tema educativo andamos por ruta equivocada. Todos los maestros de todos los niveles y modalidades son conscientes, también me incluyo porque nunca dejaré de ser maestro. No olvidemos jamás que toda improvisación conduce al fracaso. Debemos ponernos a reflexionar y actuar en forma organizada en estos momentos difíciles, pero actuar con rapidez.  Vuelvo a insistir que hay cambios  que se encuentran a la espera, asumiendo restos de las necesidades de desarrollo social, que deben ser considerados por las actuales autoridades como prioridad del desarrollo de nuestra región. Esto solo se hará con una verdadera reforma educativa descentralizada, de lo contrario, seguiremos con la “carpeta rota”

Fuente: Programa Radial AMAZONÍA  EN RED, Edición del 15 de septiembre del 2020

La voz y la pluma: Carpeta rota