Los esfuerzos de intervención para erradicar la trata de personas en Madre de Dios son mellados con el retorno de las víctimas rescatadas a estos centros de explotación, lo que tiene una explicación por los bajos índices de estabilidad económica y empleo digno.
De acuerdo a la abogada Lupe Goméz Huamán, de la Defensoría Pública del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, “si bien es cierto las instituciones involucradas vienen haciendo sus campañas de prevención, tenemos una realidad socioeconómica grave”.
“Por ejemplo, las personas captadas en Madre de Dios, cuando se dan los operativos, se rescatan a grupos de 30 o 40 mujeres, pero la mayoría manifiesta que necesitaron trabajo. Y regresan al mismo tiempo de explotación. Y el Estado no tiene una cobertura grande para reinsertarlas y darles un trabajo digno”, explicó.
“Lo que se busca es rescatar y proteger a la víctima a través del Estado. Pero los mayores deciden si quedarse o salirse de un albergue. Eso impide una verdadera resocialización”, lamentó Goméz.
“Si bien es cierto tenemos la TV, radio, diferentes programas y ministerios que a veces lanzan campañas de sensibilización, no necesariamente llegamos a todas, pero al menos a una que nos escuche”, dijo también la especialista, quien no dejó de indicar que ciertas zonas mineras hasta tienen vetada a la Policía y el Ministerio Público, lo cual permite que cunda el delito y la impunidad.
