El encargado del despacho de Epidemiología en la Dirección Regional de Salud, Carlos Manrique, enfatizó, a propósito de la enfermedad endémica del dengue, que “no existe enfermedad, sino enfermos”, en referencia a las personas que agravan su situación de salud porque incurren en la automedicación o por dejarse guiar de una atención fuera del hospital.
“Entendemos que muchas veces la demanda de nuestros servicios de salud es alta. No solamente es el dengue, aquí hay varias patologías, y se recargan los servicios. Y esto hace que las personas, por su impaciencia, vayan a las boticas y las farmacias, y creen que ahorran tiempo, pero en realidad complican más su situación. Hay un mal manejo de los casos”, aseveró Manrique.
Y sentenció: “No hay enfermedad sino enfermos. No todas las personas se agravan. Depende del grado de conciencia y responsabilidad. Las personas debieron recibir la atención adecuada”. El especialista recalcó que uno de los factores determinantes, en ese sentido, es el grado de conciencia y educación.
“Ninguna botica y farmacia puede atender a un paciente, por más simple que parezca la enfermedad. Las personas que atienden son jovencitos que estudian una carrera técnica y hacen tratamientos con fármacos inadecuados. Nadie dice nada y los pacientes pierden horas y, cuando ya no pueden, son mandados al hospital, pero ya lo manejaron, ya le dieron una cosa u otra”, reclamó el epidemiólogo.
En referencia al dengue, momentáneamente superado en Madre de Dios, declaró que “es una enfermedad endémica y controlada en la medida en que haya adecuadas condiciones sanitarias, como el buen manejo de residuos sólidos y un nivel adecuado de educación, comprensión de los mensajes de parte de la población”.
Manrique, de esa manera, recalcó que siempre existirán elementos sociales que sean los que realmente determinen la superación de alguna epidemia, enfermedad o cualquier tipo de problema en una sociedad.
