La Defensoría del Pueblo demandó a la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Madre de Dios fortalecer las intervenciones de las brigadas de vacunación en las comunidades, ejecutando de manera eficiente el presupuesto de S/ 80 760 que le fueron destinados por el Gobierno nacional, con el fin de culminar con el proceso de vacunación a la población indígena amazónica.
Entre el 17 al 27 de septiembre, la institución supervisó nueve microrredes de salud que atienden a comunidades nativas ubicadas en las provincias Manu, Tambopata y Tahuamanu, advirtiendo que la falta de presupuesto específico para la vacunación en comunidades y su difícil acceso por la ubicación geográfica de estas venían limitando la conformación de brigadas de vacunación y sus desplazamientos hacia territorios indígenas.
En efecto, a través del informe elaborado por el Programa de Pueblos Indígenas de la institución, se idnetificó que en la provincia Manu solo la microrred de Boca Colorado había recibido combustible para el traslado del personal a las comunidades nativas por vía fluvial y terrestre. En tanto, la microrred Huepetuhe manifestó la necesidad de conformar dos brigadas de vacunación adicionales para el ingreso a comunidades, requiriendo para ello personal de enfermería y técnico.
Asimismo, se pudo identificar que dos establecimientos de la microrred Boca Colorado no contaban con equipos de refrigeración para la conservación de las vacunas, mientras que los centros de salud Tayacome, Palotoa, Shintuya y Diamante de la microrred de Salvación se encontraban a la espera de la instalación de nuevos equipos de refrigeración que habían sido últimamente adquiridos.
En la provincia de Tambopata, la microrred Laberinto indicó que los gastos de traslado hacia comunidades fueron realizados con pecunio del personal de salud, mientras que la microrred Planchón señaló que el presupuesto para la vacunación es administrado por la Diresa. Asimismo, la mayoría de microrredes supervisadas mencionaron que, en algunas comunidades de su jurisdicción, aún persistía el temor de la población indígena a vacunarse y la desinformación frente al proceso de vacunación.
Por otro lado, se identificó, entre otras dificultades, que en los puestos de salud Puerto Pardo, Cachuela, El Prado y Sonene de la microrred Jorge Chávez no contaban con refrigeradores para la conservación de vacunas. Por su parte, la microrred Planchón informó que, a la fecha de la supervisión, la Diresa Madre de Dios adquirió refrigeradoras y paneles solares, sin embargo, no habían sido instaladas en los establecimientos a su cargo.
En la provincia de Tahuamanu se supervisó la microrred Alerta, en cuya jurisdicción existe un establecimiento de salud que atiende a una comunidad nativa. Dentro de los hallazgos identificados, se pudo conocer que la única brigada de vacunación conformada no contaba con los recursos logísticos y presupuestales para realizar sus actividades.
Frente a esta situación, la Defensoría del Pueblo también recomendó a la Diresa Madre de Dios verificar los establecimientos de salud de las microrredes supervisadas de las provincias del Manu, Tambopata y Tahuamanu y adoptar las medidas correctivas para dar cumplimiento a la Norma Técnica de Salud para el Manejo de la Cadena de Frío en las Inmunizaciones, respecto a la dotación de equipos de refrigeración y el mantenimiento de los mismos.
Finalmente, solicitó a dicha entidad regional garantizar una adecuada implementación del “Protocolo para la vacunación contra el COVID-19 para pueblos indígenas”, asegurando la conformación de brigadas de vacunación con presencia de un enlace indígena y/o traductor, con la finalidad de incorporar la pertinencia cultural en el proceso de inmunización en las comunidades.