Después de atravesar una etapa de caos social, manifestaciones legítimas y reportes de fallecidos y heridos a lo largo y ancho del Perú, el Congreso de la República decidió adelantar las Elecciones Generales en abril del 2024, meses después de lo previsto. El dictamen aprobado con 93 votos del pleno contempla la sucesión presidencial para julio de ese mismo año.
El titular del parlamento, José Williams Zapata, confirmó las fechas de las elecciones y del cambio de mando en el poder ejecutivo. Mientras tanto, afirmó que el mismo texto de reforma constitucional “será objeto de debate y segunda votación en la siguiente legislatura”, quedando así ratificada.
Partidos como Fuerza Popular y Alianza para el Progreso votaron en bloque para favorecer al plan expuesto por Williams, mientras que otras bancadas como Perú Libre hicieron lo contrario votando en contra. Minoritarias agrupaciones políticas, por otro lado, concentraron opiniones de todo tipo.
El presidente de la Comisión de Constitución del Congreso, el congresista de Fuerza Popular Hernando Guerra García, dijo que el proyecto de ley “consideró lo señalado por los órganos electorales, quienes afirmaron la necesidad de mantener los plazos y procesos vigentes que aseguren unas elecciones de calidad”, además de continuar “el debate de las diversas propuestas políticas electorales planteadas por los congresistas”.
“La Comisión de Constitución tiene que escuchar distintas posiciones, como el referéndum de la Asamblea Constituyente, las propuestas de la bicameralidad, el voto electrónico, la eliminación del voto de confianza, entre otros temas”, especificó Guerra García, recalcando su compromiso para abordarlos “en el más breve plazo”.
Asimismo, el integrante de la bancada de Fuerza Popular advirtió que el proyecto del adelanto de elecciones “es también una llamada de atención a los funcionarios de los órganos electorales, quienes nos mencionaron diciembre del 2023 en pleno debate, no siendo responsable, pues su recomendación técnica llegó a destiempo”.