Obispo de Puerto Maldonado recordó la visita del Papa Francisco, a tres años de su llegada
También invocó a las autoridades a volver a trabajar en equipo, como se hizo en la visita del Sumo Pontífice, para resolver temas burocráticos.
A tres años de la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado, monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, rememoró con particular emoción las palabras esperanzadoras del sumo pontífice al declarar “que esta no es una tierra huérfana, es la tierra de la Madre, y sí hay Madre hay hijos, hay familia y hay comunidad”
De igual forma, monseñor Martínez de Aguirre recordó que posterior a esta visita, muchas personas acudieron a él y le manifestaron que aquel momento fue un hito importante en sus vidas que les permitió vivir su fe intensamente.
Monseñor explicó que, a nivel eclesial, el deseo del Santo Padre de reforma, impulsando la iglesia desde las periferias para volverla un agente de cambio social, también convirtió a Puerto Maldonado en un lugar importante ante los ojos del mundo y al cual se hace referencia constantemente.
Por otro lado, evocó la gran capacidad de organización que tuvo la iglesia de Madre de Dios en conjunto con las autoridades de la región para que se lleve a cabo el importante evento, superando múltiples dificultades. En ese sentido, monseñor lamentó que en el contexto actual de la crisis sanitaria por el COVID-19, la burocracia sea un impedimento y no prime el deseo de trabajar unidos priorizando la vida.
Finalmente, el obispo destacó la capacidad y la resiliencia que demostraron los pueblos indígenas y las comunidades campesinas, que en su situación de vulnerabilidad, supieron responder y adaptarse al reto que significó la primera ola de coronavirus. Este hecho, señaló, demuestra como el Espíritu Santo los fortalece y les abre camino a la vida.