Más de diez cuadras de Puerto Maldonado, desde la intersección entre las avenidas Gonzáles Prada y Ernesto Rivero, lucieron repletas de ciudadanos en busca de los últimos rezagos de gasolina de 84 octanos, útiles para el traslado entre sus viviendas y sus centros de labores, así como para hacer funcionar algunas embarcaciones.
“Como pobladora de Madre de Dios estoy muy indignada de que las autoridades locales y nacionales no hagan nada con las personas que bloquean la vía; no podemos seguir viviendo este martirio de conseguir las cosas a altos precios, o de no conseguir artículos de primera necesidad, como el combustible o las medicinas”, denunció una ciudadana presente.
Ante un panorama protagonizado también por pobladores de comunidades nativas, otra vecina enfatizó que “hay que dar esa prioridad a las personas que viven en el campo, pues hay algunas que no van a ver a sus familiares para buscar combustible y necesitan una embarcación para transportarse”.
“Hay que ponernos en el lugar de la otra persona que sí lo necesita; hay madrediosenses que viven en el campo y no pueden regresar”, se quejó.
“Me entristece bastante la situación”, expresó la misma joven, recordando, a su vez, los calificativos peyorativos que algunos gobernantes utilizan contra la población manifestante, y haciendo hincapié en la doble responsabilidad que guardan las familias al buscar combustible y estar preocupados por sus hijos, a quienes los dejan a cargo de otras personas, al mismo tiempo.
Otro grupo de pobladores, hartos de la espera para abastecerse de la última reserva de gasolina en la ciudad, se quejaron de la desorganización. “Han atendido como les da la gana. No avanzaba la cola. Y nosotros estamos desde las 7 y 8 de la mañana. Deben haber racionalizado para todos”, mencionaron.
“En Madre de Dios hemos quedado abandonados, aislados, encerrados aquí”, se escuchó también, mientras que no dejaron de exigir la renuncia de la presidenta interina Dina Boluarte.
