El caudal del río Madre de Dios no creció tras recientes lluvias, sostiene Senamhi
El coordinador de la oficina del Senamhi en Madre de Dios, Ing. Irving Lizárraga Isla, determinó que, por el momento, las condiciones meteorológicas y, por ende, de los ríos en la región, no muestran síntomas de acarrear algún desastre contra la población.
“Tenemos lluvias por debajo de lo normal, o sea lluvias inferiores de lo que deberíamos tener... Y debemos tener en cuenta que para que crezca el río Madre de Dios, en donde está localizada la regla del puente Billinghurst, tenemos que tener lluvias en las partes de las cabeceras, que son colindantes con Cusco, con el río Inambari como una de las principales fuentes”, detalló.
“Lo que hemos tenido hoy —expuso, a modo de ejemplo— son lluvias de líneas de corrientes del norte hacia el sureste, y estas han sido colindantes con la parte de Bolivia, donde se han generado acumulados que seguramente van a pasar los 20 milímetros, pero que no van a alimentar al río Madre de Dios por ser parte baja”.
El río mencionado, en cambio, mantiene el nivel de su caudal en un aproximado de 1299 centímetros, que, “según la regla del COER, vendría a ser un nivel 5 y estaría dentro de un nivel amarillo, es decir, no estaríamos hablando de inundación por el momento”, señaló Lizárraga, sin descartar cualquier sorpresa.
Además, recalcó que “para que haya una inundación no solo tiene que llover en las cabeceras del río Madre de Dios, sino también en la cabecera del río Tambopata, que es la otra parte que alimenta este cruce con Pueblo Viejo; y para que estas dos se junten, hagan ese embalse y comience a crecer”.
“Lo que hemos tenido son lluvias de temporada, son chubascos que vemos en días soleados, mientas en la tarde o noche tenemos lloviznas o lluvias de muy corto tiempo... Para el 10 y 11 de febrero estamos previendo que van a pasar los 40 mm de acumulado, un nivel amarillo, pero estamos atentos a lo que pueda suceder”, mencionó el ingeniero.
En relación a las zonas siempre consideradas vulnerables como Laberinto, Lizárraga reafirmó que la preocupación es latente. “Las zonas vulnerables siempre van a ser las más colindantes al río, así tengamos un nivel de alerta amarillo. Por eso Defensa Civil debe estar atento a través de las imágenes satelitales y ver dónde se están presentado estas precipitaciones y de cuánto tiempo son”, refirió.