Piden 35 años de cárcel para el presunto asesino del dueño de una pollería

Foto: Flash Madre de Dios
El asesino confesó su propio delito, según el abogado de la familia de la víctima. No se sabe el paradero de sus cómplices en Puerto Maldonado.

Luego de que José Vásquez Farfán, el asesino confeso del dueño de una pollería en Puerto Maldonado el último fin de semana, sea trasladado al penal San Francisco de Asís como medida preventiva, la Fiscalía pedirá 35 años de pena máxima contra él. Así lo aseguró el abogado de los deudos de la víctima, Mauro Betancourt, al finalizar la audiencia de prisión preventiva el último miércoles. 

El abogado, aparte de confirmar la medida de prisión preventiva mientras terminan las investigaciones, anticipó que la sentencia condenatoria contra el victimario podría ser rápida, pues él confesó su delito. “Se ha allanado al pedido de prisión. Además, él entra, asalta, dispara, mata y se le retiene allí adentro. Esto es para culminar la investigación. Seguro antes de que venza ese plazo, habrá sentencia. O se acogerá a la terminación anticipada, que es un mecanismo en donde pide ser sentenciado”, explicó. 

También señaló que hubo una reducción de la sexta parte de la pena máxima. “Se ha discutido una pena de 35 años porque, a pesar de la norma dice pena perpetua en el marco de robo que ocasiona una muerte, habría quedado en grado de tentativa el delito de robo. Como no hubo robo consumado, será 35 años de pena”, determinó. 

“Ocasionar el robo ya es un delito grave que merece una pena de 15 años mínimamente. Cuando es por arma, es un agravante. Cuando se ocasiona la muerte, es otro agravante más elevado. Por eso la pena se dice que es cadena perpetua. Pero eso está pensado esto para el robo consumado, y en este caso no se consumó. Entonces la pena máxima es 35 años”, reiteró el abogado. 

Otra situación alarmante es la inacción de las autoridades policiales para capturar a los cómplices del asesinato, señaló Betancourt. “En esas 48 horas parece que la Policía no le tomó interés. Había una motocicleta que lo esperaba al asesino. Se ve que llega una persona por medio de esta, en la avenida Tambopata. Se le ve en las cámaras de seguridad. Hay un conductor que llega, lo ve a su cómplice y se retira del lugar. Este señor, cuando se le dictó la prisión, dijo que una persona le entregó el arma”, dijo. 

Mientras tanto, el victimario, durante la audiencia de prisión preventiva, señaló que el día del asesinato estaba mareado. “Quiero señalar que trabajo como aguatero y ese día estaba mareado, no estaba bien. Ese día no estaba sano y, como le dije, tengo una hija de 13 años, a quien mantengo”, declaró al juzgado.