Iván Chaupis Vega, conocido como el pastor “Ivan Blessed”, compareció ayer por primera vez y ante los medios de comunicación de Madre de Dios por la violenta muerte de Diego Iviche en el centro de ayuda que administra, el Ministerio de Restauración “Puerto Bendecido”. Dijo en todo momento que fue el primero en dar las facilidades para que la Fiscalía investigue y que se enteró, al igual que todos, de las causas de su violenta muerte luego de ver las cámaras de seguridad.
Iván relató que la primera versión que tuvo de lo sucedido provino de uno de sus empleados, de nombre Rudy, hoy bajo prisión preventiva. “Un hermano viene y me dice ‘pastor, necesitamos que se acerque a la casa urgente’. Cuando voy, ingreso y me doy con toda la sorpresa de ver al joven ahí, y a uno paradito al costado, a quien le pregunto qué pasó. Y es ahí donde la persona me informa que el joven se corrió, lo agarró y se golpeó la cabeza”, dijo.
“Estoy muy triste y apenado por lo acontecido. Mi cordial sentido pésame para la familia. La familia de mi esposa también se merece una disculpa”, reiteró en todo momento.
Cámaras
En plena conferencia de prensa, el pastor “Ivan Blessed” negó también que exista un maltrato sistemático en el centro de ayuda que administra en Puerto Maldonado, el Ministerio de Restauración. Resaltó que todo consta en las videocámaras de seguridad.
“Le dije al fiscal ‘aquí yo tengo cámaras, vamos a ver qué ha suscitado, porque ni siquiera yo sé, también quiero saber’. Todas las imágenes las ha facilitado el Ministerio de Restauración. Graba casi un mes, e incluso les dije ‘pueden llevarse todo, para que no piensen que hay maltrato’. Cuando vimos las cámaras, es ahí donde yo me entero toda la realidad”, declaró Iván, deslindando de cualquier control sobre lo que ocurrió con Diego Iviche.
Inclusive, Iván dijo desconocer al principal acusado por el hecho violento, Rudy. “Viendo ese vídeo, en lo personal lo he desconocido a la persona mencionada (Rudy), porque el joven me está acompañando desde enero del 2024, ya tiene un año. Es un interno más. Se ha dicho que era seguridad, pero no es seguridad”, aclaró.
“El encargo que se le daba a él era de leñero. Pueden testificar muchas personas que lo han visto en un motocar trayendo leña. Tenía que hacer leña en la mañana, tarde y noche. Su otra función era trasladar a los jóvenes al comedor. Hacía cinco viajes al día el joven. Llevaba al primer grupo que eran los mozos, regresaba y llevaba al segundo grupo”, explicó.
