Pacientes de hemodiálisis pasan días de incertidumbre por falta de insumos
En el Hospital Santa Rosa, en Puerto Maldonado, no se asegura la continuidad del servicio de hemodiálisis, el tratamiento para filtrar las toxinas y el agua de la sangre, la misma que sustituye a las funciones del riñón y del que muchas personas dependen para vivir. Pacientes y sus familiares tuvieron que presionar a diferentes autoridades para que reaccionen y no sigan poniendo en riesgo su condición.
La esposa de Bacilio Flores, por ejemplo, quien recibe diálisis desde este hospital los lunes, miércoles y viernes, estuvo preocupada porque el último día de la semana el servicio se suspendió. “Nos dijeron que no había insumos para el tratamiento de agua y el equipamiento. Estuve bastante preocupada con el pasar de las horas, tratando de evitar que no tome líquidos, pero eso tampoco es justo para él”, contó.
Ayer, lunes 15 de abril, el hospital por fin respondió positivamente y aseguró el servicio para dicho turno. “Por movimiento de todos nosotros, a Dios gracias nos atendieron”, dijo la esposa de Bacilio.
Vilma Zegarra Chávez, una paciente y de las personas que tuvo que ejercer presión a las autoridades para asegurar su vida, acudió al Ministerio Público. “Nosotros no podemos esperar mucho tiempo por nuestra enfermedad, máximo dos días. Queremos que no vuelva a suceder esto porque se pone en riesgo nuestras vidas. Sin el personal adecuado, nos morimos, así de sencillo, aquí todo tiene que estar en orden”, protestó.
“Solamente pedimos que haya personal en el hospital capaz de resolver los problemas. Si se malogra una máquina, no nos descontaminan totalmente, y yo llamaría incapacidad de gestión si sucede esto. Somos más de 20 pacientes diarios”, indicó Vilma.
“Nosotros vamos a presentar un documento múltiple hasta las más altas instancias para que se dé a conocer. Los insumos se han pedido hace mucho tiempo. Lo único que pido es que se contrate a personal con sensibilidad. Somos pacientes que necesitamos esas máquinas para vivir”, insistió Vilma.