Luego de tres años de la captura del feminicida confeso Wilson Jiménez Tamani, quien se encuentra recluido en el penal de Puerto Maldonado, apareció ante la opinión pública, bajo la reserva de su nombre, el ciudadano que sostiene haber ayudado a las autoridades policiales a encontrar al victimario. Su aparición, sin embargo, fue, sobre todo, para reclamar lo que el Estado le prometió en su momento: una recompensa económica.
Jiménez Tamani era uno de los acusados más buscados a fines del 2020, hasta que dicho ciudadano brindó información clave al Grupo Terna para su captura, hecho que fue reportado enseguida para el trámite de su recompensa.
Sin embargo, “el Ministerio del Interior no he tenido respuesta”, dijo el otrora colaborador, ahora denunciante. Las únicas contestaciones que escuchó fueron excusas o lamentos por olvidarse de su trámite.
“Señor ministro, he colaborado con la justicia; así como piden colaboración, quiero también la recompensa”, exigió ante la prensa local.
El 31 de diciembre del 2020 agentes de la Policía Nacional, en coordinación con personal de inteligencia, capturaron a Wilson Jiménez Tamani, acusado de haber asesinado a su pareja Ligia Briones. El hombre, que estaba incluido en el Programa de Recompensas del Ministerio del Interior, fue intervenido en el sector de La Pastora, en Puerto Maldonado.
El feminicida es natural de Requena, Loreto. Sin embargo, él, Ligia y su pequeña hija vivían en Puerto Maldonado, localidad donde se perpetró el feminicidio. La joven desapareció un 28 de agosto del 2018 y su cadáver fue hallado recién diez días después.
