Latigazos de indiferencia reciben continuamente las mujeres víctimas de la trata de personas en Madre de Dios, denunció la abogada Lupe Gómez, quien ejerce el cargo de defensora pública en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Recalcó que no existe un seguimiento a sus casos de rehabilitación.
Gómez, quien tiene experiencia en operativos como en el sector La Pampa, señaló que quienes caen en las redes de explotación no se sienten víctimas, lo cual repercute negativamente en las investigaciones y en su reinserción social, agravándose con el desinterés del Estado para seguir estos casos.
Las cifras sobre los casos en nuestra región son inciertas, según Gómez. Ella comentó, precisamente, que, “a nivel de la Defensa Pública, estamos trabajando un proyecto para visibilizar el número de víctimas desaparecidas o que siguen sin aparecer”.
Gómez también incidió en la diferencia entre un caso de trata de personas y otro de secuestro. A modo de ejemplo, contó un caso ocurrido en Puno, en el que, por el hecho de escuchar a la víctima hablar de otras mujeres captadas por una red de criminales, ligaron la investigación a un delito de trata de personas, no solo de secuestro.
La especialista comentó, por último, que su despacho atiende casos desde la línea 1884, a diferencia de la línea 1818, a cargo del Ministerio del Interior. “Si no se confía en la Policía, la población puede llamar al 1884, eso es bueno que se sepa”, acotó quien trabaja codo a codo con defensores de todo el país.
