Una gran preocupación tienen los auditores de la Contraloría General en Madre de Dios y todas las demás provincias del país, pues internamente se anticipó la noticia de un despido masivo de 5000 de ellos, bajo la gestión del nuevo contralor, César Aguilar Surichaqui. Así lo advirtió el secretario de Organización del Sindicato de Trabajadores del Régimen 728 de Contraloría, José Martín Fonseca Cueva.
“Hay un total de 5000 auditores que están con contrato determinado y que aparentemente se les quiere desvincular de manera progresiva, con la finalidad de dejar a la Contraloría sin capacidad operativa. Esto es terrible porque realizamos una labor muy importante y noble, y dejarla sin capacidad operativa sería poner en riesgo los recursos públicos”, dijo Fonseca.
El dirigente señaló que este desprestigio interno que vienen sufriendo es sistemático, pues “el año pasado tuvimos cambio de contralor y en la entrevista que dio al Congreso, lo primero que dijo fue que los recursos que recibía la Contraloría por transferencia de control concurrente, el principal financiamiento para los 5000 auditores, era excesivo”.
“La Contraloría, antes del cambio normativo, tenía un personal de 2000 auditores en planilla. Y el personal de las entidades supervisadas eran más de 5000. Hacíamos una cantidad mayor a 8000 auditores que hacíamos control. Estas entidades ya no proveen estos auditores. Y dijeron que la Contraloría estaba usando mal sus recursos, pero era un cuento”, protestó Fonseca.
Después que el contralor dijo que el financiamiento era excesivo, señaló que en el 2025 no había presupuesto. “Entonces ha bajado las metas, a pesar de que en nuestro plan estratégico hay metas fijas hacia el 2027. Por ejemplo, en el control simultáneo había 50.000 servicios, lo ha bajado al 30 %”, indicó Fonseca, quien asegura que, de manera verbal, han anticipado la noticia de los despidos masivos.
“Lo peor es que hacen un daño permanente porque si salen los 5000 auditores, con el tiempo van a requerir ese personal y no sabemos quiénes van a ingresar. Ellos ingresaron bajo concurso público. Cuando quieran cubrir esas plazas, no sabemos qué personal entrará”, lamentó el dirigente, quien teme que la institución sea politizada.
