Quemas agrícolas empobrecen el suelo y a largo plazo perjudican la economía de agricultores, afirma especialista

Foto: Difusión.

Director de Bosques del IIAP advierte que falta de educación ambiental lleva a agricultores a quemar la maleza, una práctica que empobrece la calidad del suelo y puede desencadenar incendios forestales. 


 

“A la larga, en vez de enriquecer el suelo (con las quemas agrícolas) lo está empobreciendo. La forma más práctica es que si hay necesidad de cortar la maleza se corta; y eso se descompone y se reincorpora al suelo”, sostuvo Dennis del Castillo Torres, director de Investigación en Manejo de Bosques y Servicios Ambientales del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), respecto a la práctica que algunos agricultores desarrollan antes de la temporada de siembra.

En entrevista con Actualidad Ambiental, del Castillo consideró que se debe trabajar en la educación ambiental de los agricultores y explicarles que es perjudicial practicar las quemas agrícolas para sembrar maíz, frejol u otros cultivos.

“No es una actividad buena, puede tener tremendos daños al medio ambiente y también a la economía de ellos (agricultores), porque el suelo no se mejora cuando se quema, cuando se quema el suelo lo único que hace disponible es el potasio y algo de fósforo: todo el nitrógeno desaparece al quemarse”, comentó.

La necesidad de trabajar de manera “agresiva” en la educación ambiental de los agricultores, que recomienda el especialista del IIAP, se debe a su preocupación observando los daños causados por los incendios forestales, varios de ellos causados por las quemas agrícolas, en los últimos años. “Es la primera vez que yo veo (los incendios forestales) en esta magnitud. Es grave”, manifestó.

A fines de setiembre, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) informó que los incendios forestales destruyeron 4050 hectáreas de cultivos y 9432 hectáreas de bosque. Estos siniestros provocaron la muerte de 23 personas y 219 heridos. La situación llevó al Gobierno Central a declarar por 60 días calendario en estado de emergencia las regiones de Amazonas, Ucayali, San Martín, Lambayeque, Cajamarca y Huánuco.

En tanto, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) informó que se han registrado 377 animales muertos y 4698 han sufrido alguna afectación. Entre los afectados se encuentran especies endémicas y amenazadas, como el oso de anteojos, el colibrí cola de espátula y el mono choro de cola amarilla, entre muchas otras.

Reforestarán zonas afectadas por quemas agrícolas 

A raíz de las hectáreas afectadas por los siniestros forestales, el IIAP viene produciendo más de 25 millones de “bolitas reforestadoras”, cuya composición consta de semillas, nitrógeno y arcilla, junto con almidón de rápido crecimiento.

El objetivo es llevar a cabo un proceso de reforestación masiva en Amazonas, Ucayali y San Martín, antes de la temporada de lluvias en esta parte de la Amazonía peruana. Las especies que se piensan sembrar son capirona, bolaina, topa, shanina y aliso.

“El IIAP viene trabajando años atrás estudiando las especies, características y la fisiología de cada especie que se va a utilizar, porque una forma es cómo germina la topa, la capirona y el aliso. Hay que saber esos detalles. Ahí está el secreto. Lo que hemos hecho es poner esos conocimientos juntos y comenzar con esta cruzada o campaña para recuperar las áreas que han sido quemadas en la Amazonía”, resaltó del Castillo.

Esta sería la primera vez que el IIAP emprende una estrategia de estas características. No obstante, desde hace cinco años, en la estación forestal Jenaro Herrera, ubicada en el río Ucayali, se realizó investigación para observar la germinación de diferentes especies.

En ese sentido, la institución adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam) ha considerado las diferencias en la vegetación según la topografía del terreno, lo que influye en el tipo de “bolitas reforestadoras” que se deben usar. Por ejemplo, en zonas accidentadas se utilizarán bolitas alargadas o cuadradas para evitar que rueden cuesta abajo.

También se tomará en cuenta que las especies nativas a utilizar sean de las áreas afectadas por las quemas agrícolas, evitando introducir especies foráneas y así recuperar el paisaje natural.

Piden apoyo

En esta denominada cruzada, más de ochenta personas se encuentran dedicadas a la elaboración de las “bolitas reforestadoras”, desde científicos, personal de campo y voluntarios. También hay un grupo integrado por personal del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) que se encuentra trabajando en la recolección de semillas.  En tanto los gobiernos regionales y locales identificarán las áreas afectadas.

Sobre la tarea de recolectar semillas es que aún se tiene pendiente mayor apoyo. El IIAP quiere, para fin de año, crear más de 50 millones de “bolitas reforestadoras”, de esta manera ampliar la reforestación en Cajamarca, Cusco, Madre de Dios y Loreto.

“Estamos trabajando en la colecta de semillas, pero cuantas más semillas tengamos mejor. Ahí sí pedimos apoyo de todas las instituciones y personas que están interesadas en apoyar”, destacó el científico.

Necesitamos el apoyo de todos. Esto no solamente es una obligación del Minam, el IIAP o el Sernanp, sino yo hago un llamado a todos que esta es una obligación de todas las instituciones (públicas) y el sector privado, personas individuales. Todos podemos poner nuestro grano de arena. Nosotros como IIAP vamos a producir las bolitas, nuestra meta es hasta fines de octubre producir veinte millones de bolitas con semilla, y para fines de año unos 50 millones”, manifestó el investigador.

Por otro lado, del Castillo señaló que se debe articular de forma local para reforestar, debido a que “hay áreas pequeñas que perfectamente pueden ser hechas a mano por agricultores locales”. En áreas de mayor alcance, será necesario estar previsto de drones y helicópteros.

Finalmente, el directivo del IIAP explicó que se requerirá la instalación de las máquinas que elaboran estas esferas reforestadoras en otros puntos del país, ya que hacerlo manualmente limita a producir solo mil bolitas al día. Actualmente estas máquinas solo se hallan en Pucallpa, Tarapoto e Iquitos, pero se requiere más equipos en otras ciudades y la colaboración de diversas entidades para “actuar rápido”.

Fuente: Actualidad Ambiental