Dirección Regional de Salud de Madre de Dios anuncia acciones contra la falsificación de medicamentos

Con el fin de evitar la proliferación de establecimientos de expendio de productos farmacéuticos de dudosa procedencia, la dirección regional de Salud (Diresa) Madre de Dios anunció que reforzará las acciones de control en las boticas de la región.

En la conferencia de prensa realizada en el marco de 'Día contra la falsificación de medicamentos' participaron la Diresa y miembros del grupo técnico multisectorial de prevención y combate al contrabando y falsificación de medicamentos.

Mirtha  Madrano Cardenas, decana del Colegio De Químicos Farmacéuticos, señaló que en la región existen un total de 220 locales que expenden medicamentos, los cuales se dividen en tres tipos: los informales, los formales y los clandestinos. Las cifras indican que de estos, 100 son clandestinos y solo hay 18 formales.

La decana indicó además que los dueños de los establecimientos de salud están pidiendo una ordenanza regional para poder trabajar sin personal químico farmacéutico, sin embargo, esto implicaría poner en riesgo la salud de la población.

También señaló que desde 2007 existen grupos de familias que son propietarios de boticas, muchas de ellas clausuradas, sin embargo, continúan funcionando debido a que les cambian constantemente el nombre del representante legal cada vez que proceden a cerrarlas.

Agregó que ellos simulan ser una asociación, pero cuando se les pide los datos de su constitución, estos no existen.

Asimismo, Madrano manifestó su preocupación

por la población al momento de comprar medicamentos para el dengue y otra

enfermedades, ya que deben diferenciar si los locales comerciales que venden

estos productos sanitarios son legales, informales o ilegales.

Por otro lado, detalló que en la provincia de Tambopata, de los 70 establecimientos existentes, solo 18 cumplen con ser formales. Otros 40 se encuentran funcionando de manera informal.

En otros temas, el director regional de Salud, Ricardo Tello, recalcó su preocupación porque en algunos establecimientos personal técnico de enfermería se estaría dedicando a recetar pastillas sin ser médico, muchas veces errando y ocasionando posibles daños a los pacientes.