Generación Verde: arte, activismo y un premio nacional por la sensibilización ambiental en Madre de Dios

Desde hace catorce años, el colectivo juvenil Generación Verde impulsa el activismo ambiental en Madre de Dios, destacando la riqueza natural, cultural e histórica de la región. Su labor no solo resalta la biodiversidad amazónica, sino que también denuncia las actividades ilegales que depredan los bosques y contaminan los ríos, afectando el ecosistema del cual sus integrantes se enorgullecen.

Presentes en manifestaciones u organizando exposiciones de cine al aire libre con productos audiovisuales grabados en Madre de Dios, Generación Verde ha ido posicionando, entre otros temas, la importancia de la conservación de los bosques, los pueblos indígenas y de defensores ambientales en la ciudadanía de Madre de Dios.

En este camino, han encontrado en el arte y el activismo la combinación ideal para crear conciencia en esta región amazónica. Así nació el Festival Biomurales, donde cien estudiantes, docentes de colegios públicos y voluntarios, acompañados por artistas plásticos, plasmaron en murales la flora y fauna, los pueblos indígenas y los rostros de aquellas personas que defienden la Amazonía.

Asimismo, esta iniciativa, que en 2024 llevó a cabo su segunda edición, se complementó con talleres desarrollados por especialistas y representantes de pueblos indígenas que ofrecieron mayor detalle acerca de las temáticas tratadas en los murales.

“Hemos visto cómo el arte se ha convertido en una herramienta poderosa para la educación ambiental, despertando el interés y la participación activa de los estudiantes y docentes”, apuntó K’erenda Zambrano, coordinadora de Generación Verde, en conversación con Actualidad Ambiental.  

Pavel Martiarena, uno de los fundadores de Generación Verde, destacó que la experiencia de Biomurales ha demostrado la importancia de la colaboración entre la sociedad civil y las autoridades, desde los permisos para intervenir en las escuelas hasta la participación activa de los estudiantes en la creación de las obras.

“Este aprendizaje ha inspirado tanto, que en la segunda edición del festival contamos con muchos jóvenes entusiastas, que no solamente tienen interés y talento para el arte, si no también están convencidos de la protección de nuestra naturaleza y el fomento de la cultura amazónica”, comentó Martiarena.

En total, fueron trece escuelas, ubicadas entre la ciudad de Puerto Maldonado e Inambari, en que los participantes recibieron las indicaciones de los artistas plásticos Gianmarco Higuchi, Daniel Guerrero, Heidi Guarnizo, Frida Bonigacio, Luis Cartolín, Deriam Pillco, Samuel Maquera, Sirit Silva, Monica Tello, Yoel Galindo y Jairo Quispe.

Hoy, estos recintos estudiantiles cuentan con murales que “generan reflexión sobre la conservación de la Amazonía y el rol de las comunidades en su protección”, señaló Zambrano.

Luisa Ríos, coordinadora de la oficina regional de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) en Madre de Dios, quien ha observado el crecimiento de Generación Verde destacó el activismo ambiental que desarrolla el colectivo “de una manera informada, responsable y constante en Madre de Dios”.

“Han sabido llegar a la población de la región de una manera muy acertada, y en definitiva, a través del ‘artivismo’ como ellos lo denominan, podemos encontrar sus mensajes en diferentes puntos de la ciudad e incluso en colegios urbanos y rurales”, acotó.

Asimismo, Ríos remarcó que el liderazgo de K’erenda y “el compromiso de las y los jóvenes que hoy la acompañan, seguramente seguirá sumando a la construcción de una ciudadanía informada, atenta y comprometida con el ambiente, en una región megadiversa que enfrenta serias amenazas por economías ilegales”.

Generación Verde y los desafíos en la Amazonía

En Madre de Dios, los delitos ambientales, como la minería ilegal, la deforestación y el tráfico de fauna silvestre, siguen siendo una amenaza. En este contexto, generar conciencia y movilizar a la ciudadanía es un reto, especialmente para las juventudes que buscan incidir en la protección de su entorno.

Uno de los principales desafíos radica en cómo comunicar la información ambiental de manera efectiva y accesible. Para Pavel Martiarena es clave utilizar herramientas creativas que permitan a las nuevas generaciones apropiarse del conocimiento y transformarlo en acción.

“Tratamos de ser muy responsables con la información que damos acerca de los daños y delitos socioambientales que nos afectan. Para eso, es importante la divulgación científica y técnica de instituciones como la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), el Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA) u OXFAM, entre otras; pero tan importante como apropiarnos de esta información, es poder difundirla de manera asertiva y creativa para que pueda generar conciencia en las niñeces, adolescencias y juventudes”, acotó.

Al respecto, Fátima Contreras, coordinadora de gestión de proyectos en el Programa de Política y Gobernanza Ambiental (PPGA) de la SPDA, los jóvenes amazónicos tienen un gran potencial como defensores de su territorio, pero muchas veces no cuentan con los espacios adecuados para incidir en los procesos locales, regionales y nacionales.

“Los mecanismos de acceso a la información y a la participación en decisiones ambientales que existen a nivel local no son suficientes ni permiten conectarlos con procesos de nivel regional o nacional. Por ello, la asociación y la colectividad de jóvenes dedicados a difundir los canales y herramientas existentes para acceder a la información y participar en decisiones, es clave”, explicó.

Contreras hizo hincapié en que fortalecer el acceso a la información desde edades tempranas es fundamental para lograr cambios sostenibles en el tiempo. “Una ciudadanía bien informada pero también activa desde etapas tempranas será la base para lograr impactos intergeneracionales positivos en la preservación del ambiente”, añadió.

En este panorama, iniciativas como BioMurales han permitido que jóvenes interioricen desde temprana edad la importancia de la preservación ambiental. Gracias a Generación Verde, nuevas generaciones se están involucrando activamente en estos temas, ampliando el impacto del colectivo. En 2024, tras una convocatoria con más de 90 postulantes, 11 voluntarios fueron seleccionados para sumarse al colectivo.

Lexander Valles Zambrano, uno de los integrantes más jóvenes de Generación Verde, resaltó el valor del arte en la educación ambiental. “El arte es una de las mejores maneras de llegar a la mente de un niño. Hemos transmitido el valor único de los animales que viven ahí, interpretado por los mismos estudiantes, lo que aumenta su sentido de pertenencia a su comunidad”, comentó.

Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg

El impacto del trabajo de Generación Verde con el ‘Festival Biomurales’ logró reconocimiento no solo en Puerto Maldonado. En diciembre de 2024, la iniciativa fue reconocida en el Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg, otorgado por el Ministerio del Ambiente. En una ceremonia oficial, K’erenda Zambrano recibió el diploma de la Mención Honrosa en la categoría Cultura Ambiental: Jóvenes y Ambiente, destacando su aporte a la sensibilización ambiental en Madre de Dios. El encargado de entregar el reconocimiento fue el ministro del Ambiente, Juan Castro Vargas.

Zambrano destacó que este reconocimiento es un “gran logro para Generación Verde y un testimonio del esfuerzo colectivo de nuestro equipo. Nos llena de orgullo saber que, desde un grupo de jóvenes sin financiamiento inicial, hemos podido generar un impacto real en nuestra comunidad. Este premio no solo valida nuestro trabajo, sino que también nos motiva a seguir promoviendo la educación y el activismo ambiental en Madre de Dios, demostrando que la acción juvenil es clave para la conservación de la Amazonía”, afirmó.

Diana Suárez, asesora legal del PPGA de la SPDA, resaltó que Biomurales ha logrado unir a la comunidad, especialmente a niños y adolescentes, en torno a la importancia de proteger su entorno natural. “La aproximación que plantea Biomurales hacia la ciudadanía, combinando el arte y el juego con información, no sólo ayuda a la construcción de la identidad de una comunidad, sino que también los alienta a trabajar unidos para un mismo fin”, indicó.

Champion de Escazú

El liderazgo juvenil en la defensa del ambiente ha cobrado mayor relevancia en América Latina, y un ejemplo de ello es el trabajo de K’erenda Zambrano, quien en 2023 fue reconocida como una de las siete Champions de Escazú a nivel regional. Este título destaca su labor en la difusión del Acuerdo de Escazú, el primer tratado ambiental de América Latina y el Caribe que garantiza el acceso a la información, la participación pública y la justicia en asuntos ambientales.

Para Diana Suárez, el liderazgo de K’erenda ha sido clave en la articulación de esfuerzos entre jóvenes y comunidades, utilizando el arte como herramienta transformadora. Destaca que, pese a las dificultades en financiamiento y logística, ha logrado ampliar su impacto. Su reconocimiento como Champion de Escazú le permitió llevar su iniciativa a espacios internacionales, como la COP 3 del Acuerdo de Escazú en Chile.

Desde su rol, K’erenda vincula los principios del acuerdo con el trabajo de Generación Verde, enfatizando la importancia de la participación ciudadana. “El Acuerdo de Escazú y el trabajo de Generación Verde están profundamente conectados, ya que ambos buscan fortalecer la participación ciudadana en la protección del ambiente y los derechos de las comunidades”, explicó.

La joven activista también resaltó que la iniciativa promueve la sensibilización y el acceso a la información sobre problemáticas ambientales en Madre de Dios. A través del ‘artivismo’, Generación Verde crea espacios de diálogo donde jóvenes y comunidades pueden expresarse y visibilizar los desafíos ambientales que enfrentan.

Este reconocimiento ha impulsado la visibilidad del trabajo de Generación Verde y ha ampliado su impacto a nivel nacional e internacional. Para Suárez, más jóvenes comprometidos con el medio ambiente pueden generar un cambio intergeneracional hacia un futuro más justo y sostenible.

Fuente: Actualidad Ambiental