FENAMAD solicita la creación de la Reserva Indígena Madre de Dios
Afirman que los mashco-piro en aislamiento tienen un claro riesgo de exterminio por el COVID-19
El presidente de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), Julio Cusurichi, indicó que se debe priorizar la vacunación de las comunidades aledañas a los grupos étnicos en aislamiento voluntario para evitar su desaparición.
Los mashco-piro en aislamiento son un pueblo amenazado por las crecientes presiones que se dan en sus territorios – proyectos de desarrollo e infraestructura vial, el avance de la colonización, frentes extractivos (minería, madera, hidrocarburos), narcotráfico, entre otros. La extrema vulnerabilidad de este pueblo se ha acrecentado enormemente en el contexto de la pandemia de la COVID-19, considerando la característica susceptibilidad de los PIA a enfermedades infectocontagiosas.
En tal sentido, el presidente de FENAMAD hizo hincapié en que el Gobierno Nacional cree la Reserva Indígena Madre de Dios y explicó que actualmente se discute esta posibilidad, pero considerando las concesiones madereras dentro de las reservas territoriales. Por esta razón, la federación denunció que la posición del Estado es contradictoria porque este tipo de áreas son intangibles.
Seguidamente, aseguró que no ha escuchado a ningún candidato de las próximas Elecciones Generales 2021 incluir a los pueblos indígenas dentro de su agenda, a pesar de que son ellos quienes protegen los territorios y brindan sus aportes al país y al mundo.
También expuso que no todas las comunidades afectadas por las inundaciones recibieron ayuda humanitaria, ya que tras un primer traslado, gestionado por la misma FENAMAD, la municipalidad indicó que no les darían más porque no sufrieron por el desastre natural; afirmación que Cusurichi desmintió tajantemente.
Dato:
El pueblo mashco-piro es uno de los pueblos indígenas en aislamiento (PIA) más numerosos y emblemáticos del planeta. Su territorio ancestral comprende una extensa área geográfica de bosques tropicales continuos de alrededor de 8 millones de hectáreas que incluye parte de tres regiones en Perú (Madre de Dios, Cusco y Ucayali) y el Estado de Acre en Brasil, en la frontera binacional entre ambos países.